En los últimos 4 meses el ámbito laboral ha cambiado drásticamente, pero ¿persistirán estos cambios en el futuro? Un interesante estudio de Microsoft, “The future of work—the good, the challenging & the unknown”, pretende cubrir los pros y los contras del trabajo remoto con el objetivo de poder acelerar el desarrollo de productos, anticiparse a cómo cambiará el trabajo en el futuro y ayudar a sus clientes a prosperar en este nuevo mundo laboral.

En este estudio se ha analizado información extraída de pequeñas, medianas y grandes empresas, obteniéndose las siguientes conclusiones:

 

La pandemia tendrá un impacto duradero en el ámbito laboral

Una de las cuestiones principales de esta investigación es que el teletrabajo podría mejorar la conciliación entre la vida familiar y profesional, lo que suavizaría las dinámicas de los espacios de trabajo para siempre. No obstante, la falta de espacios de trabajo cómodos y con conexión aceptable se convierte en un desafío para la productividad de todos.

Por otro lado, trabajar desde casa ha provocado una mayor empatía entre los compañeros de trabajo (62%). Según el informe, el 52% de los encuestados se siente más valorado e integrado y aporta más en las reuniones al estar todo el mundo en la misma “sala virtual”. Además, hay una mejor percepción, tanto por los gerentes como por los empleados, de que el trabajo se puede hacer de forma remota.

 

Las jornadas de 9 a 5 irán desapareciendo

Esta investigación pudo comprobar que, entre el 1 y el 31 de marzo, el uso de los clientes de la aplicación Teams se vio incrementado aproximadamente una hora. La gente trabajaba más frecuentemente por la mañana (de 8 a 9) y por la tarde (de 18 a 10), pero también los fines de semana (más de un 200% de crecimiento). ¿Significaría esto la desaparición del horario de 9 a 5? ¿Podrías esto vulnerar el derecho a la desconexión digital del empleado?

 

Las oficinas físicas no desaparecerán en el futuro del trabajo

La mayoría de los trabajadores de todo el mundo han pasado los últimos 4 meses trabajando de forma remota. Como los equipos han sido ajustados a esta nueva realidad, muchos estarán pensando si las oficinas físicas desaparecerán en el futuro.

Esta investigación señala que el futuro del trabajo será un híbrido fluido entre la colaboración presencial y remota. Pues, a pesar de que el trabajo será cada vez más en remoto, las oficinas tendrán un lugar importante al proporcionar otros beneficios como: una buena conexión, ergonomía, oportunidades de socializar y la construcción de equipos. De hecho, casi el 60% de los encuestados se sentían menos conectados con sus compañeros desde que trabajaban de forma remota.

 

Las video meetings conducen a la fatiga

¿Pueden el trabajo en remoto y las reuniones por videoconferencia poner a prueba nuestro cerebro mucho más que las reuniones presenciales? La ciencia que estudia el cerebro sugiere que si.

Recientemente, investigadores del Human Factors Labs han realizado algunos trabajos para entender este fenómeno. En este estudio, que comenzó antes del COVID-19 como parte de un trabajo interno de Microsoft, se encontró que los patrones de las ondas cerebrales asociadas al estrés y al exceso de trabajo eran mucho más altas cuando se colaboraba remotamente que cuando se hacía de forma presencial. Esto se debe a varios factores como: mantener el foco continuamente en una pantalla para extraer y comprender la información relevante y mantenerse enganchado; la dificultad para percibir las señales no verbales que ayudan a conocer los asistentes o saber quién está hablando y al no percibir realmente el número de personas con las que estás compartiendo la pantalla e interactuando.

Además, según esta investigación, parece que la conexión social y la estrategia de trabajo que se crean cuando se trabaja de forma presencial es fácilmente transferible a la modalidad remota, pero no al contrario.

Si algo nos deja claro este tipo de estudios es que este cambio global hacia el trabajo remoto ha creado tanto oportunidades como desafíos para el futuro de nuestra fuerza laboral. En cualquier caso, el trabajo ya nunca será tal y como lo conocíamos hasta ahora. Evolucionará de una forma híbrida entre la colaboración remota y presencial y requerirá un cambio de mentalidad de empleados, directivos y empresarios, entendiendo que las tecnologías son un aliado que permitirá acercar cada vez más la vida personal y profesional, facilitando muchas tareas y procesos, pero también generando retos que servirán de palanca para seguir aprendiendo y evolucionando en esta nueva normalidad y un mundo en constante cambio.

 

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