Los avances que nos trae la irrupción de las tecnologías en esta 4ª Revolución Industrial provocan que el mercado laboral cambie y evolucione constantemente en cualquier sector de actividad. En este sentido, el Foro Davos en 2018 ya adelantó que en un futuro cercano (2022) esta disrupción tecnológica generaría una tormenta perfecta que haría que el mercado laboral saltase por los aires.

 

Algunos de los principales impulsores de este cambio son: la inteligencia artificial, la automatización, la robótica, el Internet de las cosas, el cambio climático, la globalización y el envejecimiento y aumento de la población.

 

Durante la próxima década, casi todos los trabajos se verán afectados. Algunos, a lo largo de los próximos años, acabarán desapareciendo por completo y, a su vez, se crearán nuevos puestos de trabajo que en este momento ni siquiera imaginamos. Esto ya está sucediendo en algunos campos como en la industria, el comercio minorista, el entretenimiento, la fabricación o la educación, donde las máquinas ya han ido asumiendo una gran cantidad de trabajos repetitivos, tradicionalmente realizado por humanos.

 

Según revela un estudio de la Universidad Europea de Madrid, la mayoría de los puestos de trabajo que van a impulsar la economía en el 2030, no existen a día de hoy y serán ocupados por el 65% de alumnos que se sientan hoy en las aulas de Primaria. Pero ¿qué significarán estos cambios para los jóvenes? ¿Qué habilidades necesitarán para ingresar al mercado laboral? Y, ¿qué harán en estos nuevos trabajos?

 

Mientras algunas habilidades actuales continuarán siendo altamente recompensadas, otras serán asumidas por las máquinas. Las habilidades tecnológicas y/o digitales, además de las habilidades blandas (soft skills), como el aprendizaje constante, la especialización, adaptación y gestión del cambio serán necesarias para no quedarse sin empleo.

 

Pero el empleo como hoy lo conocemos no va a tener sentido. Trabajaremos menos horas, de otra forma y en otras cosas que no sean susceptibles de sustituir por máquinas. El concepto “trabajo” como hoy lo conocemos será algún tipo de contrato social, que está aún por definir.

 

Aún así, con todo esto, la automatización no está concebida para destruir empleos, sino para poner en valor las capacidades de las personas, más allá de las tareas mecánicas, aprovechar su talento y reorientar su ocupación hacia actividades que permiten un desarrollo profesional y personal, además de mejorar la productividad de la empresa. De ahí, la necesidad de trabajar en una ágil adaptación de los procesos, puestos de trabajo actuales y las personas que los ocupan para ser más competitivos.

 

En los trabajos del futuro, las personas van a tener que aprender y adaptarse al trabajo con máquinas, en lugar de competir con ellas, pasando de la realización de aquellos trabajos mecánicos que realizaban, a la gestión y supervisión de estas herramientas tecnológicas.

 

Los “100 empleos del futuro«, una investigación realizada por Ford Australia, la Universidad de Deakin y la Universidad de Griffith, retrata un mundo de trabajo que continúa ofreciendo una amplia gama de oportunidades profesionales en todos los sectores. Así se predicen los puestos de trabajo que tendrán una mayor salida laboral, con el objetivo de informar al público y, especialmente a los jóvenes que aún no han ingresado al mercado laboral. Podrán conocer lo que está por llegar y qué habilidades e intereses prepararán mejor a las personas para ese futuro.

 

Estos 100 nuevos puestos se agrupan en once categorías en función del tipo de trabajo realizado: tecnología, personas, derecho, negocios, medio ambiente, movilidad, agricultura, salud, datos, experiencia y espacio. Como era de esperar, la mayoría están fuertemente influenciados por los ya mencionados avances tecnológicos. Algunos de estos trabajos son sorprendentes, ofreciendo nuevas perspectivas sobre nuestras posibles vidas futuras: personas a cargo de preservar y resaltar los recuerdos para las personas mayores; esteticistas que nos ayudarán con nuestra apariencia o psicólogos Cyborg que nos ayudarán a aceptar nuestros órganos sintéticos; diseñadores de edificios en 3D; el Cricket Farmer o el Weather Control Engineer…

 

En toda esta época de cambios, las empresas están obligadas a trabajar en su adaptación, pues esta 4ª Revolución Industrial trae consigo lo que los expertos llaman el “Darwinismo tecnológico”. Es decir, que la selección natural será la encargada de hacer desaparecer empresas que no sean capaces de jugar en estas nuevas reglas del juego que la irrupción de las tecnologías está marcando.

 

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