2022: cambios en las prioridades e intereses de los empleados

Algo que ya estaba en la cabeza de todos: empresarios, directivos y empleados … se ha impuesto, de forma acelerada, tras la pandemia. La flexibilidad laboral, el trabajo híbrido o remoto y la conciliación laboral están aquí y, como se suele decir, han venido para quedarse.

 

Y es que, ha tenido que llegar una pandemia para cambiarnos la mentalidad de golpe. Algo que nos pasa a menudo, pues somos seres humanos y necesitamos una palanca que nos empuje a realizar cambios importantes. Pero, aunque la “cabra tira al monte” y una mayoría de empresas, sobre todo las grandes, han vuelto a obligar o al menos sugerir la vuelta a la oficina, en algunos casos de forma totalmente presencial, irremediablemente la manera de ver las cosas ha cambiado. Sobre todo, porque si en vez del lado de las empresas, miramos desde el ángulo de los empleados, las prioridades e intereses han cambiado. Teniendo que llegar, en muchos casos, a un consenso o término medio entre ambos.

 

Así, los empleados prefieren trabajar cerca de casa, para poder conciliar mejor la vida familiar y profesional. Son conscientes de que pasan demasiado tiempo en el trayecto entre casa y el puesto de trabajo. Esto ha provocado que las empresas tengan que buscar nuevas ubicaciones para sus oficinas: localizaciones más céntricas o mejor repartidas por la ciudad, buscando el fácil acceso para sus trabajadores.

 

Por otro lado, el trabajo híbrido (la nueva modalidad que mezcla la presencialidad en la oficina y el trabajo en remoto) tiene visos de convertirse en la fórmula ideal. Esto se debe a que aporta los beneficios y las ventajas de ambas modalidades: la facilidad de conciliación entre la vida familiar y profesional, la flexibilidad y autonomía del trabajo en remoto, el contacto y comunicación directa o “face to face” con los compañeros de trabajo… Esa sensación de pertenencia que tan importante es en la construcción y gestión de equipos de trabajo.

 

Además, cada vez existen más profesionales, sobre todo en sectores altamente digitalizados, como los que tienen que ver con la programación, el diseño y el marketing digital, que prefieren el trabajo 100% remoto. Algunos de ellos no se plantean otra alternativa. Todo apunta a que esta minoría, poco a poco, se irá convirtiendo en una mayoría. Sobre todo, teniendo en cuenta el ritmo al que el mundo empresarial se está digitalizando, las necesidades cada vez más tecnológicas que aparecen y la dificultad que tienen las empresas de encontrar talento adecuado.

 

Las bases de la gestión del talento también han cambiado. El talento se hace global y cada vez es más complicado encontrar el talento ideal en la misma ciudad, incluso país. En este sentido, las empresas van a tener que hacer esfuerzos desde el punto de vista de gestión y organización. Por un lado, creando espacios de trabajo flexibles, que ofrezcan la comodidad a los empleados y generen el entorno necesario para fomentar este tipo de interacciones que impulsen la motivación. Y, por otro, estableciendo normas y mecanismos y aportando las herramientas y sistemas necesarios que faciliten el trabajo en remoto. De forma que no perjudique a la gestión de equipos, a la buena marcha del negocio y mantenga esa motivación y sentido de pertenencia de sus miembros.

 

Hoy en día, existen tecnologías, mecanismos y metodologías que lo permiten. El reto está en afrontarlo como tal e ir dando pasos hacia un nuevo paradigma empresarial y laboral, que no volverá a parecerse a lo que vimos antes de la pandemia.


Tendencias de los departamentos de RRHH en 2022

El futuro de los RRHH pasa por un proceso de transformación. Las nuevas tecnologías son las culpables y aquí te mostramos lo que veremos en 2022.

 

El futuro de los RRHH viene marcado definitivamente por el uso de las nuevas tecnologías. Mientras esto, indudablemente, traerá un sinfín de beneficios, también vendrán acompañados de una serie de retos. Por ejemplo, el Departamento de RRHH será el responsable, no solo de encontrar los empleados correctos, sino de lo que estos hagan y cómo encajen en la cultura de la compañía.

 

Los departamentos de RRHH del futuro irán más allá de los que tradicionalmente conocemos. Se expandirán a nuevas áreas de actividad, como formación y desarrollo, gestión del bienestar del empleado, compensación y beneficios. Además, los integrantes de estos equipos deberán convertirse en expertos, en un amplio abanico de áreas de conocimiento, desde desarrollo organizacional hasta gestión del talento. Por ello, las habilidades necesarias para trabajar en un departamento de RRHH también evolucionarán y solo determinadas personas con el potencial y habilidades adecuadas serán capaces de trabajar en él.

 

Para ser un profesional de los RRHH del futuro, el candidato tendrá que poseer múltiples habilidades, desde la coordinación y gestión de cada uno de los empleados hasta su entrenamiento y desarrollo, ahora en entornos más virtuales o remotos. En este artículo, veremos las principales habilidades que serán requeridas y cómo prepararse desde el lado de RRHH en 2022.

 

Las habilidades de RRHH para el futuro

Los departamentos de RRHH se están convirtiendo en una parte importante y estratégica de las compañías. El rol de RRHH tradicionalmente fue gestionar personas y poco más, pero esto ya ha cambiado. De este departamento se espera que gestione diferentes tipos de tareas, ya que ayudan a fomentar una cultura corporativa positiva.

 

Analítica de datos

Los datos son la nueva moneda para los profesionales de RRHH. Las habilidades relacionadas con la gestión y analítica de datos son críticas para el éxito en este rol (data-driven). Y se irán convirtiendo en más críticas, si cabe, a medida que los equipos de trabajo se vayan transformando a lo largo del tiempo. Estas habilidades son unas de las más buscadas por los departamentos de recursos humanos. En 2022, el 80% de sus profesionales deberán manejarlas perfectamente. El uso del big data y las herramientas de analítica avanzada proporcionarán una ventaja competitiva en el sector, ayudándoles en la toma de decisiones sobre sus empleados, candidatos, salarios, etc..

 

Habilidades digitales

Las tecnologías están provocando numerosos cambios, de forma global y en todas las industrias. Los profesionales de RRHH necesitarán adquirir y entrenar las habilidades y competencias digitales para sobrevivir a estos cambios. Las tecnologías les abrirán nuevas oportunidades y les ayudarán a gestionar y crecer el negocio de forma eficiente. Además, el uso de inteligencia artificial y robots en los procesos de RRHH son una tendencia que solo puede continuar creciendo. Por ello, estos avances tecnológicos requieren de una serie de habilidades, como programación o análisis de datos.

 

Soft skills imprescindibles

Aunque las tecnologías no hagan más que ganar terreno en los procesos de RH, aún hay habilidades humanas (blandas) que las máquinas no pueden sustituir. La flexibilidad es esencial para los profesionales de este sector, pues se dan numerosas situaciones inesperadas, que surgen cada día. No solo basta con ser expertos en el ámbito de los RH, también deberán tener habilidades relacionadas con la creatividad y la inteligencia social. Organización, comunicación, empatía y la capacidad para aprender y entrenar estas y otras habilidades, ayudarán a los profesionales de RH a tener éxito en el futuro. Aquí os mostramos algunas de las habilidades y competencias que los profesionales de RH deberán desarrollar si quieren tener una ventaja competitiva en el mercado:

 

Comunicación

Negociación

Liderazgo

Trabajo en equipo

Flexibilidad

 

Conclusión

Esto no ha hecho más que empezar y el ritmo del cambio no solo no parará, sino que se está acelerando. Las compañías tienen que subirse a este carro o probablemente no sobrevivirán a ello. Esta adaptación pasa por alinear sus procesos al uso de las tecnologías y las habilidades que ello implica.

 

Los profesionales de RH están en una posición crítica para ayudar a las compañías a navegar en estos cambios, por lo que, si eres o te animas a incorporarte a este apasionante sector, necesitas estar al día de lo que está ocurriendo para anticiparte a los cambios que puedan surgir en el camino.


El modelo de trabajo híbrido

Tras la finalización de las vacaciones y la vuelta al trabajo, nos encontramos con una situación nunca antes vivida: la mayoría de los empleados no quieren volver todos los días a la oficina y, por otro lado, el teletrabajo no acaba de convencer a muchos directivos. Muchas empresas nacionales e internacionales están optando por una solución intermedia; un modelo de trabajo híbrido en el que los trabajadores puedan combinar la presencialidad y el trabajo remoto en una misma semana laboral.

 

Según un estudio elaborado por Boston Consulting Group y enClave de Personas, titulado “Nuevas formas de trabajar. Reflexiones sobre el futuro” , el 65% de las empresas españolas han optado por combinar dos o tres días de teletrabajo a la semana y el resto en la oficina de forma presencial. El 25% de ellas ofrecen cuatro días de trabajo remoto e ir a la oficina únicamente para temas específicos y solo el 10% de las empresas se plantean un solo día o no plantean el teletrabajo.

 

Aunque el estudio habla de que las empresas parten de situaciones muy diversas, la mayoría de ellas sí que tienen en mente implantar un modelo de trabajo híbrido con varios días de trabajo remoto, de aquí a 2025.

 

Esta tendencia irá creciendo, por lo que los directivos, aunque aún sean reticentes al trabajo en remoto, van a tener que definir un modelo atractivo para atraer talento y retener a los empleados. Pues los nuevos perfiles profesionales van a dar cada vez mayor importancia a este tipo de “ventajas” por encima incluso del salario.

 

El 69% de los profesionales consultados en este estudio piensan que sus jefes deberían cambiar su mentalidad y medir la contribución y desempeño en función de los resultados obtenidos y no de las horas empleadas o en ir o no ir a la oficina. Sin embargo, mencionando otro estudio, esta vez realizado por IESE Business School y Savills Aguirre Newman, “Un lugar de trabajo sostenible: hacia un modelo remoto y presencial”, solo un 12% de los empleados trabajaría en remoto todos los días. Contrarrestando este dato con uno de los grandes mitos del trabajo remoto, protagonista en esta pandemia de la COVID-19.

 

El estudio quiere ofrecer una visión equilibrada de los beneficios e inconvenientes del teletrabajo y el trabajo presencial y expone seis mitos del trabajo en remoto:

 

Mito 1. Todo el mundo quiere trabajar en remoto.

Solo un 12% de los empleados trabajaría en remoto todos los días. Hay razones para hacerlo como: poder cuidar mejor de la familia, ahorrar en transporte o tener más tiempo para practicar algún deporte o hobby. Sin embargo, otros argumentan que carecen de los medios necesarios, que no puede hacer su tipo de trabajo de forma remota o que quieren estar cerca de su equipo. La opción preferida, en realidad, es teletrabajar dos o tres días a la semana e ir a la oficina el resto.

 

Mito 2. Todo el mundo puede trabajar en remoto

Hay trabajos que requieren la presencialidad como, por ejemplo, los relacionados con el cuidado personal, los que requieren algún tipo de manipulación física o aquellos en los que el componente afectivo-social sea de gran importancia.

 

Mito 3. Se rinde menos cuando se trabaja en remoto

Los datos lo desmienten. Cuando las personas teletrabajan entre dos y tres días a la semana, se produce un incremento del rendimiento y la calidad del trabajo. Además, se incrementa el orgullo de pertenencia a la empresa y la predisposición o disponibilidad para hacer lo que la empresa o los clientes necesiten. El trabajo híbrido incrementa el compromiso con las tareas laborales, la dedicación y absorción laboral.

 

Mito 4. El teletrabajo dificulta la innovación

Para el grupo de personas que son, en general, altamente creativas, trabajar desde casa ayuda a ser un poco más innovador que estar en la oficina. Sin embargo, a los que no lo son tanto, estar en la oficina les hace ser un poco más innovadores. Por ello, la modalidad de trabajo híbrido facilita este proceso.

 

Mito 5. No aporta nada reunirse en persona. Todo se puede hacer en remoto

En función del tipo de tarea y reunión que se realice, viene mejor adoptar una modalidad u otra. Para las reuniones relacionadas con ventas con clientes, innovación y cocreación con colaboradores, las reuniones presenciales aportan un plus de efectividad. Mientras que las llamadas de seguimiento, las reuniones rutinarias, la elaboración de informes o el estudio de asuntos de fondo pueden ser realizadas perfectamente de manera remota.

 

Mito 6. En la oficina se pierde mucho tiempo

Los beneficios del teletrabajo dependen mucho de la capacidad de autogestión de cada uno. Las personas que tienen esta capacidad sienten más orgullo de pertenencia y energía en el trabajo. Además de tener mayor disposición a realizar lo que la empresa requiera y hacer el trabajo con más calidad, que aquellos que no son capaces de autogestionarse.

 

Este informe también destaca que trabajar desde casa disminuye hasta un 63% el estrés por los trayectos y hasta un 21% la multitarea, mientras incrementa un 10% la felicidad cuando se trabaja. En cambio, puede aumentar en un 15% el aislamiento social y en un 11% la generación de confianza y cohesión de los equipos de trabajo.

 

En definitiva, a nivel generalizado, lo ideal es que el trabajo se desarrolle de forma híbrida, equilibrando el trabajo remoto con el presencial pues, al fin y al cabo, se trata de una cuestión de flexibilidad.


Digitalizar la empresa ya no es una opción

Cuando hablamos de digitalizar una empresa o negocio, hablamos de todas aquellas acciones, tecnologías y estrategias que hacen uso de métodos digitales para hacer más eficientes y rentables las operaciones rutinarias de una organización.

 

Desde inicios de 2020, la sociedad ha tenido que adaptarse a una nueva dinámica de vida: desde las compras y las relaciones personales hasta el trabajo en remoto o la telemedicina. Así pues, las empresas se han visto obligadas a digitalizar sus procesos para mantener su competitividad. Sin embargo, a pesar de que las nuevas tecnologías han facilitado las tareas de las empresas, todavía existen algunas dudas sobre las ventajas de este proceso. Esperamos poder ayudaros viendo algunos aspectos positivos de la digitalización en las empresas, especialmente desde la llegada de la pandemia.

 

VENTAJAS DE LA DIGITALIZACIÓN

 

  1. Adaptación a los cambios.

El mercado, en cualquier sector de actividad, se encuentra en continuo cambio, ahora acelerado por el COVID-19, y obliga a las empresas a que se adapten. Ya no es una opción pues, las que no lo hagan, corren el riesgo de desaparecer. La digitalización hace más fácil el proceso de adaptación y la capacidad de respuesta ante los cambios.

 

  1. Comunicación y colaboración.

Las herramientas y aplicaciones en la nube han permitido el trabajo remoto, dando acceso a todas las personas involucradas en el proceso para poder realizar sus tareas de forma conjunta y eficaz. Dependiendo cada vez menos de condiciones externas. Aplicaciones como Slack o TRELLO ayudan a organizaciones a comunicarse de forma fluida y gestionar proyectos y tareas, sin importar donde se encuentren los miembros del equipo.

 

  1. Aumento de la productividad.

La implementación de tecnologías permite también agilizar los procesos laborales, detectar problemas de forma ágil y buscarles solución. Esto redundará en trabajadores más satisfechos y eficientes que, gracias a la automatización de tareas con herramientas tecnológicas, podrán dedicarse a tareas más estratégicas, productivas y rentables.

 

  1. Mayor alcance y probabilidades de crecimiento.

Los modelos de negocio tradicionales están limitados en cuanto al crecimiento. Gracias a la transformación digital, la escalabilidad del negocio está al alcance de cualquiera, generándose nuevos modelos de negocio digitales. Además, la digitalización permite conocer, en tiempo real, cientos de métricas que nos ayudan a tomar y ejecutar las acciones más efectivas para garantizar el funcionamiento de la empresa.

 

  1. Mejora la experiencia de los clientes.

La digitalización ayuda a conocer el perfil del consumidor y mejorar la experiencia que se tiene con el cliente: atención personalizada y comunicación directa, disponibilidad y búsqueda de servicios y/o productos 24 horas los 365 días del año, realización de transacciones y acceso desde cualquier dispositivo y/o lugar, envío de encuestas de satisfacción, retargeting, etc.

 

  1. Mejor gestión de la información y mayor seguridad.

Con las herramientas adecuadas es posible almacenar y gestionar los datos de manera estructurada. Así, cada empleado puede acceder a la información de forma óptima: facilitando las búsquedas, la generación de conocimiento y gestionando el acceso y su trazabilidad.

 

Desde el punto de vista de la seguridad, instrumentos como el reconocimiento facial, la huella digital o la verificación de dos pasos (todo desde el móvil), reducen significativamente las posibilidades de pérdida de información o ataques de terceros.

 

En resumen, la transformación digital ofrece múltiples ventajas. Sin embargo, lanzarse al medio digital no es algo trivial. Digitalizar una empresa requiere definir una estrategia y un plan de acción adaptado a las necesidades específicas del sector en el que la empresa se encuentre. Por ello, en Hasten Group ofrecemos las mejores soluciones adaptadas a cada caso. Guiando a nuestros clientes a través de una relación a largo plazo, acompañándolos en su desarrollo, implantación y mantenimiento. En el próximo post definiremos los aspectos claves que hay que tener en cuenta para llevar a acabo este proceso.

 

¡Estad muy atentos!

 


Las personas primero: El bienestar de los profesionales en el nuevo paradigma laboral

El estrés laboral se ha visto acentuado debido a los últimos acontecimientos derivados del COVID: confinamiento, teletrabajo, nuevas normas laborales… Todo esto se suma a las preocupaciones personales, provocando un desajuste general en los niveles de bienestar personal en prácticamente todas las empresas en España.

 

Si hay algo que nos ha quedado claro, es que las personas son el mayor activo de las empresas. Y el talento, el nuevo capital de las organizaciones. Por eso, los empleados tienen que sentir, ahora más que nunca, que la empresa está a su lado.

 

Las empresas que hoy día no solo tienen en cuenta, sino que priorizan, la salud y el bienestar de sus empleados, se consideran empresas que miran hacia el futuro. No todo son resultados y beneficios. Son las personas las que harán que las empresas sean más sostenibles, rentables y competitivas. Por eso, es clave que las empresas se preocupen por establecer estrategias y mecanismos para mejorar el bienestar de su plantilla.

 

El estudio ‘Skills Revolution Reboot’, de ManpowerGroup, pone de manifiesto que el COVID-19 ha cambiado las prioridades a largo plazo de los departamentos de Talento y Cultura. De hecho, un 63% señala como máxima prioridad preservar la salud y el bienestar de los empleados. Según este mismo estudio, la felicidad de los profesionales resulta en un incremento de un 88% de la productividad y hasta un 33% más de energía y eficacia.

 

Conceptos como el Employer Branding o Employer Engagement están de moda, pero ¿qué tal si comenzamos por enumerar algunas claves para incluir en los planes de gestión de personas o RRHH? De este modo, seremos capaces de convertir realmente a los empleados en la parte más importante de la estrategia y futuro de la organización:

 

Flexibilidad laboral. El ahora tan conocido y nombrado teletrabajo conlleva numerosos beneficios para trabajadores y empresas, sobre todo por su flexibilidad en cuanto a horarios. Pero también provoca algunos problemas, cuando el trabajar desde casa se convierte en una obligación a cualquier hora si no se delimita correctamente. Los líderes de equipos deben promover y garantizar la flexibilidad laboral, reconociendo que las personas pueden requerir otro tipo de necesidades personales al trabajar desde casa.

 

Conciliación familiar. Facilitar que el trabajador pueda atender sus obligaciones familiares, sin ver perjudicadas sus aspiraciones profesionales, es cada vez más valorado por los empleados. El equilibrio entre la vida personal y laboral es fundamental.

 

Para algunos profesionales, trabajar desde casa es beneficioso para su bienestar. Sin embargo, para otros conlleva sus propios desafíos: más horas de trabajo, aislamiento al estar separado de sus compañeros, los problemas de la comunicación virtual y desafíos tecnológicos, que pueden incrementar el estrés. Es necesario marcar una línea entre la vida profesional y familiar, sin que una perjudique a la otra.

 

Reconocimiento. En estos nuevos modelos de gestión de equipos, se hace necesario mantener elevada la motivación de sus integrantes. Para ello, es interesante plantear un sistema de reconocimientos, que no tienen por qué ser obligatoriamente económicos o basados en recompensas. Muchas veces basta reconociendo en público los logros o resultados.

 

Comunicación. La comunicación se ha vuelto una herramienta fundamental para mantener el pulso de la organización. Es importante que exista la menor incertidumbre posible. Generar un entorno positivo, abordando lo emocional y promoviendo un trabajo sostenible. Sin sorpresas, siendo claros desde el principio. Además, los empleados necesitan ser escuchados por sus responsables por lo que la comunicación debe ser en todo momento bidireccional.

 

Formación y desarrollo. Los planes de formación permiten a los empleados adquirir los conocimientos y habilidades necesarias para afrontar los cambios en su entorno laboral. Y así, alinear sus capacidades con las necesidades de la empresa y del mercado.

 

La digitalización crea nuevas oportunidades de empleo, pero también impulsa un cambio radical en la vida de las personas, que necesitan estar en continuo aprendizaje (life long learning). En su defecto, corren el riesgo de quedarse atrás, al no disponer de las capacidades y habilidades necesarias para este nuevo contexto.

 

Por otro lado, ya no sirve el Plan de Formación anual para toda la organización. Sino que se hace necesario identificar áreas de mejora y necesidades de forma individual. Desarrollar Planes de carrera y promoción interna, para poder ofrecer a cada empleado, el apoyo que necesita. Resiliencia, colaboración, creatividad y liderazgo son habilidades cada vez más demandas. Y, sin embargo, sólo 1 de cada 5 empresas invierte en programas de mejora de habilidades blandas o soft skills.

 

Seguimiento y acompañamiento. De nada vale realizar esfuerzos de capacitación, formación y desarrollo de carreras si no existe un seguimiento y acompañamiento individual. Debemos asegurarnos de que las acciones llevadas a cabo están obteniendo resultados.

 

Clima laboral. Actuar de forma proactiva para mantener un buen clima laboral es tan importante como utilizar metodologías y herramientas para evaluarlo, analizarlo y poder tomar decisiones de mejora, antes de que sea demasiado tarde.

 

El Plan de Bienestar laboral. Las compañías que se toman en serio la felicidad de sus empleados, y los beneficios para el negocio que ello conlleva, deben contar con un plan específico para cuidar este ámbito. Disponer de un plan de bienestar laboral es una forma de remarcar la importancia de los empleados en una empresa, mejorando aspectos como la retención del talento, la satisfacción laboral o la coordinación de los equipos de trabajo. En este sentido, no nos extraña que algunas de las grandes corporaciones internacionales lleven años preocupándose por este tema.

 

Ahora es el momento de poner a las personas en el centro de la organización. Construir un plan que impacte directamente en el plan estratégico de la empresa. Esto, acompañado de metodologías innovadoras, herramientas y tecnologías, hará que las organizaciones sean capaces de recomponer los niveles de bienestar de los empleados. Recuperando sus aptitudes para hacer frente a los retos empresariales de futuro.


Innovar o morir: Desafíos y oportunidades de la innovación

La innovación ya no es un tema exclusivo de la tecnología. Hoy en día afecta a casi todos los aspectos de nuestra vida, también al ámbito empresarial. Tras un año marcado por la aceleración de la transformación digital en empresas, instituciones y en nuestra sociedad, ante la crisis del Covid-19 surgen desafíos, pero también nuevas oportunidades.

 

En un mercado tan competitivo como el actual, a la vez de cambiante, la necesidad de las organizaciones de estar siempre un paso por delante de sus principales competidores, además de alineados con el mercado, ha provocado que dediquen cada vez más recursos a la innovación. Pretendiendo así mejorar constantemente la oferta de productos y servicios, ofreciendo una propuesta de valor diferencial.

 

Sin embargo, innovar, que hoy está tan de moda, puede parecer fácil y al alcance de todos. Pero en realidad muchos líderes y gestores no tienen claro por dónde empezar, en qué aplicar la innovación, qué modelo seguir y cómo garantizar que los recursos que van a ser invertidos en esta actividad sean rentables. Existen diferentes tipos de innovación: se puede innovar en los productos o en los servicios, en el modelo de negocio o en el de gestión, en proceso, etc…

 

Desde Hasten Group hemos recopilado una serie de conceptos, consejos y claves que toda organización debe tener en cuenta a la hora de plantearse cualquier proceso de innovación.

 

Marcarse retos

Las oportunidades y las amenazas (retos) son el detonante que inicia el proceso de innovación, por lo que su definición influirá en los resultados conseguidos. Así pues, uno de los principales desafíos a los que se enfrenta cualquier empresa que desee innovar es identificar nuevos retos sobre los que aplicarla, además de marcar los objetivos a perseguir.

 

Definir una estrategia.

Disponer de una estrategia de innovación alineada con la estrategia de la empresa es un factor clave para convertirse en una empresa innovadora. Esta estrategia será la que determine los procesos de innovación en los que se tiene que poner foco. Y es que, tan importante es saber dónde tenemos que innovar, como la forma de hacerlo.

 

Creatividad e innovación.

El proceso de innovar está relacionado con la creatividad y la investigación, pero no son lo mismo. En un proceso creativo se dedican recursos a la generación de ideas. Y en un proceso de innovación se dedican las ideas a generar resultados económicos. No por el hecho de generar más ideas, seremos más innovadores, pero si las ideas están bien enfocadas tendremos más probabilidades de conseguir la innovación buscada.

 

Equipos multidisciplinarios.

La clave de la innovación es el talento, las personas. Toda organización que desee ser innovadora tendrá que hacer un esfuerzo para dotar a su personal de las herramientas, las habilidades y los modelos mentales más adecuados en cada caso. Pare ello, es importante construir equipos multidisciplinarios, no solo formados por perfiles compatibles a nivel de conocimientos sino, más importante aún, de capacidades y habilidades, conformando un equipo bien equilibrado, eficiente y de alto rendimiento.

 

Liderar desde el ejemplo.

La innovación viene impulsada por el liderazgo. Para convertirse en una empresa innovadora es necesario que la dirección crea que la innovación es un proceso estratégico y actúe en consecuencia, dedicando las personas y los recursos necesarios. Innovar implica cambiar. Por esto, la mayoría de las ocasiones el papel del líder será justamente el de impulsar el cambio. Tendrá que guiar y despertar los deseos de cambio, incentivarlo con acciones concretas, así como defender y proteger la innovación. Teniendo en cuenta que encontrará resistencia al cambio.

 

Motivación e incentivos.

Es importante motivar e incentivar a las personas para que aporten su talento y lo pongan al servicio de la innovación, superando la resistencia al cambio. Las personas responden habitualmente a los estímulos generados por el entorno en el que actúan. Por lo que el refuerzo positivo, es decir, recompensar un comportamiento que se quiere mantener, se hace muy importante.

 

Espacios de trabajo de la innovación.

Habilitar y poner a disposición de los equipos “espacios” de intercambio de ideas. Los entornos de trabajo físicos facilitan la innovación y creatividad, y tienen una gran influencia en el comportamiento de las personas. La oficina o el espacio de trabajo debe proporcionar a los empleados tanto la posibilidad de concentrarse como de relacionarse, interactuar y colaborar entre si. Las empresas que ofrecen más opciones sobre dónde y cuándo trabajar, gozan de una imagen más innovadora. Y tienen más probabilidades de aumentar la creatividad y la productividad.

 

Pero también, y más hoy día, se pueden generar entornos que fomenten la innovación de forma virtual. Por ejemplo, implementando herramientas y metodologías que permitan poner a trabajar a equipos dispersos de forma remota, tal y como lo pudieran hacer de forma física. Esto también permitirá la colaboración entre miembros de diferentes ubicaciones, culturas y formas de pensar, lo que enriquece cualquier proceso de innovación.

 

Transformación cultural.

La innovación no puede depender únicamente del talento de unos pocos. Para conseguirlo es necesario construir un sentimiento dentro de la organización, en la que cualquier persona es válida y puede aportar algo al proceso de innovación. No es solo de la dirección o los jefes de equipo, sino que debe ser involucrada toda la estructura de la organización. Esta transformación cultural no cambia de la noche a la mañana. Se trata de un complejo proceso al que se deberán dedicar muchos esfuerzos. Y en el que los resultados no llegan de manera inmediata, sino de forma gradual y con el tiempo.

La cultura innovadora es el resultado de un trabajo encaminado a incorporar la innovación en el ADN de la organización. La innovación se convierte así en uno de sus elementos diferenciadores. En el mecanismo de creación de valor que les permite ser más competitivas.

 

La tecnología al servicio de la innovación y no al revés.

El mayor acceso a tecnologías (5G, Machine Learning, Inteligencia Artificial, Big Data, Blockchain….) combinado con un mayor conocimiento de qué se puede hacer con ellas, permitirá a los equipos internos comenzar a probar nuevos conceptos e ideas.

La agilidad y flexibilidad con la que funcionan las organizaciones que han optado por un modelo que aplica algún tipo de tecnologías, como el cloud computing, no solo es resultado de la tecnología que está detrás de ellas, sino también del cambio cultural que han llevado a cabo. Suelen ser organizaciones que han comprendido que se tienen que reinventar. Que no solo basta con aplicar tecnologías y cambiar procesos de trabajo, sino que tienen que cambiar desde sus cimientos.

 

Según el informe ‘Cómo llegar a ser una empresa innovadora’ de ACCIÓ, Agencia para la Competitividad de la Empresa de la Generalitat de Catalunya, también existen una serie de inhibidores de los procesos de innovación, como pueden ser:

 

  1. Falta de compromiso real para innovar.
  2. Miedo al fracaso
  3. Tendencia a la optimización.
  4. Aplicar la lógica de la gestión operativa.
  5. Gran peso de los criterios financieros.
  6. Desconfianza.
  7. Pobre identificación de oportunidades y amenazas (retos).
  8. Selección incorrecta de los proyectos.
  9. No comunicar adecuadamente.
  10. Pobre ejecución.

 

Las organizaciones, a través de sus equipos de innovación tienen una oportunidad de oro para llegar a nuevos ámbitos, integrar nuevas tecnologías, construir ecosistemas y obtener nuevos resultados empresariales de cara al futuro. Algunas fracasarán, pero aquellas que acepten el reto y se suban al carro de la innovación, podrán ofrecer soluciones innovadoras, sostenibles, rentables y competitivas. Conviertiéndose así en organizaciones disruptivas que crecerán con una gran proyección.


Arrancando nuevo año desde los ojos de los Recursos Humanos

Entrados ya en el 2021, nos gustaría hacer una reflexión sobre los numerosos cambios que ha traído consigo el 2020, especialmente, en el ámbito económico y empresarial. ¿Están las empresas preparadas para afrontar el nuevo año? ¿Se consolidarán las tendencias, como el teletrabajo? ¿Qué papel tienen los departamentos de Recursos Humanos?

 

Lo que está claro es que, desde el punto de vista de los RRHH, los cambios han sido, en algunos casos, acelerados y radicales, lo que plantea algunos retos para este nuevo año.

 

El teletrabajo y la flexibilidad laboral

El teletrabajo, en muchos casos de manera forzada, va a replantear el escenario laboral en la mayoría de las empresas. Tanto trabajadores, como candidatos y los propios empleadores, requerirán que el empleo sea más flexible.

 

La importancia de las personas, el salario económico y el emocional

El escenario común al que se enfrentan las empresas, pese a la flexibilidad laboral, no es económicamente el mejor. Se hace importante incentivar la productividad y la atracción de talento haciendo uso de métodos que, no solo tengan en cuenta el salario económico, sino también otras recompensas que premien el esfuerzo y aporten valor.

 

Entornos diversos y desarrollo de personas

Será necesario apostar por entornos que acojan diversos tipos de talento. Perfiles con conocimientos y competencias diversas y complementarias, a veces no suficientes para abordar los nuevos retos a los que las empresas se enfrentan. En este sentido, el departamento de Recursos Humanos tendrá que actualizar y planificar metodologías de formación que garanticen la competitividad de sus trabajadores.

 

El liderazgo

En este nuevo año, las empresas necesitarán líderes que impulsen la transformación en la empresa. Inteligencia emocional, empatía, comunicación, gestión del cambio… serán habilidades clave para el buen rumbo de los equipos y empresas.

 

Uso de las nuevas tecnologías

El empleo de herramientas tecnológicas se hace esencial en cualquier puesto de trabajo, más aún cuando hablamos de trabajo remoto. En este aspecto, es importante desarrollar las competencias digitales de los trabajadores, no solo para adaptarse a los nuevos modelos de trabajo y herramientas, sino para ser más competitivos.

 

Ahora más que nunca, la transformación del mundo empresarial y laboral pasa por las personas. Los departamentos de gestión de personas tienen por delante un sinfín de desafíos y un papel clave en la evolución, crecimiento y competitividad de las empresas.


Estos serán los perfiles más demandados en 2021

La crisis sanitaria provocada por el Covid-19 no sólo ha traído cambios a nivel económico y social, sino que ha puesto patas arriba el paradigma laboral. En estos últimos meses, se ha puesto a prueba la capacidad de adaptación de las empresas, las cuales han tenido que adaptarse y digitalizarse a pasos agigantados para mantener su actividad, afrontando grandes retos como el trabajo en remoto y los ciberataques.

 

En este contexto, y como consecuencia directa de esta transformación, las empresas están demandando nuevos perfiles de cara a afrontar el próximo año. Algunos puestos de trabajo se han visto afectados por la pandemia e, incluso, algunos puede que desaparezcan. Hablamos de trabajos de servicios mecánicos y menos cualificados, trabajos educativos, administrativos, roles de oficina, de ventas e incluso en algunos servicios sanitarios. Sin embargo, aparecen otros que exigen nuevas capacidades y que prometen un nuevo futuro laboral.

 

Ante este panorama, las organizaciones necesitan de nuevos líderes y perfiles digitales para afrontar los retos que presenta la transformación digital. Se buscan perfiles que deben contar con una capacitación extra en liderazgo, visión estratégica, gestión del cambio o comunicación en tiempos de crisis como: directores de desarrollo de negocio, directores    de    marketing    o    comunicación, directores de operaciones, directores comerciales, etc.

 

Por otro lado, el comercio online vive su mejor época y los perfiles profesionales relacionados con el ámbito del marketing digital ganan terreno, posicionándose como los más buscados de cara al próximo año.

 

Respondiendo a estas necesidades, el perfil del Digital Marketing Manager se cuela, un año más, en la lista de profesionales más solicitados, según el estudio Top 25 Profesiones Digitales 2020 realizado por Inesdi. En el estudio destacan los perfiles del CRO Specialist (especialista en conversión web) y del Trafficker Digital (experto en gestión de campañas y tráfico online), ubicados dentro del ámbito del Marketing Digital, así como el Product Owner & Scrum Master (experto en metodologías ágiles), englobado en el ámbito Tech & Business Innovation. Por otra parte, para dar respuesta a la evolución del mercado, el perfil del UI/UX Designer pasa del ámbito de la experiencia de cliente (Customer Experience) al de tecnocreatividad. También se encuentran otros perfiles como el Chief Digital Officer, Chief Technology Officer, Growth Hacker, Digital Analyst, Customer Intelligence & CRM Analys o el AI Bots Manager.

 

Mientras el interés de las empresas por estos profesionales crece, el salario al que pueden aspirar también lo hace. Así, según el informe de la consultora Connecting Visions, el área de data analytics destaca como la mejor pagada de España, en los perfiles profesionales de Data Scientist y Data Analyst, con un salario medio de 30.000 y 24.000 brutos anuales durante el primer año respectivamente, en ciudades como Barcelona. También destaca el auge de los puestos de trabajo en ciberseguridad en España. Los puestos más demandados y mejor pagados son los Cyber Security Analyst y Cyber Security Consultant, que rondan los 23.000 y 23.500 brutos anuales el primer año de contrato.

 

También hay que tener en cuenta la emergencia de los perfiles relacionados con la investigación, ehealth y la telemedicina, donde destaca el área de la investigación de fármacos y vacunas, para la que se necesitarán profesionales expertos en inteligencia artificial o biotecnología. Entre las profesiones sanitarias destaca asimismo el experto en ensayos clínicos, la asistente de enfermería, la enfermera, el fisioterapeuta, la asistente de fisioterapia, el tecnólogo médico o el administrador de servicios sanitarios.

 

Junto con los profesionales del sector sanitario, también destacan los profesionales del sector jurídico y de la ingeniería. Así lo afirma la consultora de recursos humanos Adecco en su último informe de mercado. Además, según un estudio de Glassdoor, tras la pandemia hay una demanda creciente de expertos en EdTech que sean capaces de generar otros formatos formativos, así como expertos en educación personalizada y tutores online.

 

La inteligencia artificial también plantea nuevas posibilidades de reinvención profesional que impactan en determinados sectores y perfiles. Inesdi identifica, entre los perfiles tecnológicos más cotizados, algunos que tienen que ver con la IA, como es el jefe de Inteligencia Artificial, que se considera el profesional tecnológico mejor remunerado (entre 50.000 y 65.000 euros anuales), el investigador en Inteligencia Artificial (entre 40.000 y 50.000 euros anuales) y el experto en soluciones de Inteligencia Artificial para bots (entre 40.000 y 50.000 euros anuales).

 

Se abre una etapa en la que muchos puestos de trabajo y perfiles tendrán que readaptar sus tareas y aprender nuevos conocimientos ante el entorno que se nos empieza a presentar. Así, las empresas reclaman nuevas habilidades como: la flexibilidad, la resiliencia, las competencias digitales y el trabajo en remoto. Los candidatos que cuenten con ellas ampliarán sus probabilidades de ser elegidos. ¡Prepárate para el 2021 y encuentran nuevas oportunidades laborales!


¿Cómo adaptar el onboarding al teletrabajo?

A pesar de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 y todo lo que ha venido con ella a nivel social, político y laboral, hay empresas que actualmente están contratando personal y que han de adaptarse al desafío de incorporarlos e integrarlos de forma remota. Pero ¿cómo crear un proceso de onboarding que cumpla los objetivos de una acogida presencial sin desmotivar y/o excluir a los futuros empleados?

 

Los primeros días dentro de una compañía son cruciales. Y es que, desde el primer contacto, las empresas marcan la relación y el vínculo con el empleado. Por eso, queremos daros algunas claves para que este proceso sea una tarea eficiente y positiva, de forma que consigamos fidelizar al nuevo talento.

 

  1. Virtualizar las actividades de bienvenida.

Ya que no podemos ir de escritorio en escritorio para presentar al nuevo empleado, una buena idea es organizar una video llamada con el equipo para que todos expliquen quiénes son y qué hacen en la empresa. De esta manera se reducirá la sensación de aislamiento y todos podrán conocerse mejor. Otra forma de que los recién incorporados se hagan una idea de cómo es el centro de trabajo, es realizar vídeo-recorridos por las instalaciones.

 

  1. Enviar el kit de bienvenida a casa.

Cuando comienzas a trabajar en una nueva empresa, es bastante común recibir un kit de bienvenida que incluye documentación corporativa y merchandising de la empresa. ¿Por qué no enviar este paquete de bienvenida por correo al nuevo empleado?

 

  1. Tener un programa de tele onboarding y/o actualizar el actual.

Un buen proceso de onboarding deberá ser capaz de minimizar el sentimiento de confusión inicial al que se enfrentan los nuevos empleados: información sobre lo que será su día a día, quiénes serán sus jefes y compañeros, en qué lugar desempeñará sus tareas, las responsabilidades de su trabajo, las herramientas que debe utilizar... Tanto la empresa como el trabajador remoto deben tener claro la misión y los valores de la compañía, así como los objetivos del equipo y las metas individuales. Además, es importante que el nuevo empleado cuente con una lista de personas con las que poder contactar, con direcciones de correo electrónico y/o números de teléfono, durante el período del proceso de incorporación, para que puedan consultar cualquier cosa en cualquier momento.

 

  1. Establecer horarios.

Es importante establecer unos horarios concretos de reuniones en remoto, no solo para los recién llegados, si no también para los responsables de áreas que deban formar a las nuevas incorporaciones. Especialmente en el caso de las compañías internacionales y/o multinacionales, que integran perfiles de todo el mundo.

 

  1. Crear equipo, a pesar de la distancia.

Debemos asegurarnos de que el nuevo empleado se sienta integrado en el equipo, y es por ello por lo que es esencial programar videoconferencias grupales con todos los compañeros de trabajo para favorecer sinergias. Existen dinámicas especialmente diseñadas para hacer equipo como la gamificación o los team building (virtuales), que combinan la parte lúdica con el aprendizaje y la motivación. Esto ayudará a fortalecer la cohesión dentro del equipo.

 

  1. Establecer un plan de formación sencillo y accesible.

En general, cualquier incorporación consiste en un aprendizaje individual junto con un training o formación interna por parte de la empresa. Aquellas compañías con una mayor implantación del e-learning jugarán con ventaja.

 

  1. Disponer de la tecnología adecuada para el teletrabajo.

Es súper importante asegurarse de que el nuevo empleado disponga de los recursos necesarios para realizar sus actividades. Gracias a las nuevas tecnologías, las empresas han podido adaptarse a esta nueva modalidad de trabajo en remoto. Por ejemplo, para compartir archivos o información entre los equipos, los sistemas en la nube son la solución ideal. Entre los más conocidos se encuentran: Google Drive, Box, Dropbox o OneDrive. Otra de las tecnologías imprescindibles para el teletrabajo son las apps de mensajería instantánea, que favorecen la comunicación entre compañeros como: Zoom, WhatsApp o Slack. Por otra parte, para coordinar el trabajo y las reuniones de los equipos en remoto es fundamental contar con una agenda o calendario que se pueda compartir con los compañeros y desde el que se puedan fijar reuniones o bloquear momentos para desarrollar tareas, como Google Calendar o gestionar proyectos, por ejemplo, con Trello.

 

Aunque estemos pasando por un momento complicado, y lleno de incertidumbre, es necesario adaptar los sistemas de trabajo para seguir siendo lo más eficientes posible. Y es que, la manera de gestionar la incorporación de personas en una empresa es un factor clave que marcará la diferencia entre el éxito y el fracaso.

¿Qué medidas toma tu empresa al respecto? ¡Cuéntanoslo!


La ciberseguridad en tiempos de teletrabajo

Como consecuencia del Covid-19, la adopción del teletrabajo se ha acelerado de forma vertiginosa en los últimos meses. Y es que, para muchas empresas, esta nueva modalidad de trabajo se ha convertido en una actividad esencial para la continuidad de su negocio.

 

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), solo el 27% de las compañías había experimentado el teletrabajo antes de la llegada de la pandemia. Solo un 7% de la población trabajaba en remoto de forma esporádica y un 4% lo hacía de manera continua. Sin embargo, la crisis sanitaria actual ha abierto un nuevo escenario convirtiendo esta modalidad de trabajo en una tendencia masiva. Esto ha tenido un efecto inmediato en las organizaciones, cambiando la forma en la que los empleados trabajan y aumentando considerablemente el riesgo de ataques cibernéticos, al no estar preparadas.

 

Los ciberdelincuentes están aprovechando la incertidumbre actual para lanzar ataques digitales a empresas de todos los sectores: desde el phishing al ransomware, la variedad de ataques es infinita. En este contexto, proteger los datos internos de las compañías es clave. Así se desprende de la última encuesta de Check Point Software Technologies, donde se especifica que el 79% de las compañías tiene como principal prioridad reforzar sus niveles de ciberseguridad y prevenir ciberataques.

 

¿Qué podemos hacer para mejorar la ciberseguridad de nuestras empresas?

  • Formar a los empleados. En el contexto actual, son muchos los empleados que están trabajando desde dispositivos domésticos, accediendo en remoto a la red de la empresa. De ahí, que sea prioritario concienciarlos sobre los riesgos de ciberseguridad, de manera que la red de su hogar también sea segura. De este modo, es preferible no usar la cuenta personal para el trabajo, cerrar sesión al terminar las tareas o utilizar contraseñas seguras.

 

  • Mantener el software actualizado. Los hackers siempre buscan las vulnerabilidades de los sistemas, por eso los fabricantes de software trabajan constantemente para solucionar esos problemas de seguridad. Es aconsejable utilizar la opción de actualización automática que, a menudo, está activada por defecto. En caso contrario, conviene instalarse las actualizaciones de seguridad del software y, en especial, las del navegador y el sistema operativo.

 

  • Emplear soluciones de autenticación. Más allá de una simple contraseña, existen diferentes opciones de autenticación que aportan un extra de seguridad. Como, por ejemplo, la tecnología biométrica, que ayuda a mantener un control más estricto de los accesos, o la aplicación de la firma digital, que ayuda a protegerse de los fraudes.

 

  • Ser precavidos a la hora de compartir datos personales. Siempre que sea posible, debe utilizarse una VPN conectada a la red doméstica. Este tipo de conexión permite acceder al entorno y los servidores de trabajo de manera segura. Además, esta herramienta ordena y segmenta la forma y los apartados a los que accede cada empleado, aumentando la protección de los datos de la empresa.

 

  • Realizar copias de seguridad. Casi todos los softwares profesionales de uso corporativo dan la posibilidad de planificar la realización de copias de seguridad a diario. Esto es fundamental pues, en caso de que se produzca un ataque, será posible recuperar los datos de una forma más fácil.

 

  • Trabajo en la nube. Siempre que se pueda, es preferible utilizar la nube corporativa para almacenar la información, en lugar de dispositivos extraíbles personales como discos duros o USBs.

 

Sólo las empresas que entiendan el peligro y lleven a cabo prácticas efectivas de gestión de riesgos cibernéticos podrán adaptarse a esta nueva situación, manteniendo la seguridad y continuidad del negocio. En este sentido, los expertos en ciberseguridad se convierten en perfiles esenciales a la hora de proteger a la empresa.