En Hasten Group ¡cambiamos de sede!
Estrenar algo nuevo, y más aún en los tiempos que corren, es toda una satisfacción. Hasten Group afronta este año 2022 con una apuesta por la modernización de sus instalaciones y la reducción de emisiones y residuos con el claro objetivo de contribuir a la sostenibilidad global.
Hasten Group ha experimentado grandes cambios y ha evolucionado a gran velocidad. Y es que, tras más de 10 años a la cabeza en desarrollo de soluciones tecnológicas a medida, no hemos dejado de incorporar a profesionales y ampliar nuestro equipo y nuestro catálogo de servicios. Así, nos hemos trasladado a unas oficinas mas funcionales y diáfanas que nos permiten coordinar los trabajos interdepartamentales con gran eficacia y en un entorno amable y colaborativo.
La nueva oficina se sitúa en Francisco Gervás 14, 1º B 28020 Madrid. Pero ¡tranquilos! ¡Para vosotros no cambiará nada! Seguiremos estando en nuestros canales habituales de atención al cliente, por teléfono, en el número +34 91 350 23 55 o mediante un formulario a través de nuestra web www.grupohasten.com.
Confiamos que este cambio redunde en un mejor servicio (si cabe...). Además, te recordamos que desde la web de Hasten Group podrás acceder a todos nuestros servicios y conocer todos nuestros proyectos.
¡Cuenta con nosotros para lo que necesites!
¿Te cambias de oficina? Consejos para una mudanza perfecta
Cambiar de ubicación una oficina puede ser una fuente de estrés debido al traslado que se te viene encima. Aunque también hay que transportar y embalar enseres de un lugar a otro, lo cierto es que las mudanzas de oficinas son totalmente diferentes a las del hogar. Suelen implicar a muchas más personas y los tiempos de ejecución tienen que ser rápidos para que el funcionamiento de la empresa no se resienta.
Además el material que hay que transportar suele ser delicado. Normalmente son servidores, ordenadores, pantallas y otros objetos frágiles que pueden contener información muy valiosa. Para que sobrevivas a tu mudanza de oficina y, además, la realices con éxito, toma nota de estos 7 consejos.
- Planifica con mucha antelación
En primer lugar, se ha de planificar la mudanza paso a paso mediante un plan establecido donde se contemplen todas las tareas, los responsables de llevarlas a cabo, el tiempo invertido y el coste total.
Los tiempos de preparación de las mudanzas de oficinas dependen en gran medida del tamaño que tenga la compañía y los empleados que trabajan en ella. Lo ideal es poder realizarla en temporadas de baja actividad de la empresa o, incluso, durante los fines de semana, en días festivos o por la noche para no parar la actividad.
- Conoce el nuevo local
A continuación, se deben conocer todos los servicios y habilitaciones básicas del nuevo local tanto en sus dimensiones, para estructurar los espacios de trabajo y despachos, como en la parte administrativa, para que las gestiones burocráticas no ralenticen la mudanza.
- Haz un inventario
Antes de saber qué nos vamos a llevar a la nueva oficina hay que organizar lo que ya tenemos. Para ello, es conveniente hacer una lista o inventario con todos los objetos que hay que llevarse y los materiales imprescindibles que necesitas para ello. Este listado te servirá para comprobar que está todo cuando lo coloques en el nuevo destino.
- Deshazte de lo innecesario
El siguiente paso es desprenderse de todo el material pesado prescindible que se ha ido acumulando en la oficina con el paso de los años y que ya no utilizamos. La mayoría de las empresas son reacias a eliminar este tipo de material como, por ejemplo, recibos, presupuestos, historiales de clientes o incluso stock almacenado. Pero este es el momento ideal de hacer limpieza. Incluso, puede ser la ocasión de digitalizar documentos y archivos que llevan mucho tiempo almacenados.
- Empaqueta por estancias o departamentos
Embala las pertenencias en función del lugar que ocupan actualmente o que ocuparán en la nueva oficina y aquellas que vayas a necesitar pronto, déjalas bien señalizadas o transpórtalas contigo si es necesario en cajas o bultos aparte. Y no empieces un despacho hasta que no hayas terminado el anterior.
- Etiqueta las cajas
El sexto paso es rotular todas las cajas para facilitar, una vez llegados a la nueva oficina, el trabajo de los primeros días. Puedes, por ejemplo, utilizar números y letras en función de los despachos o el nombre de los ocupantes de cada dependencia.
Por otra parte, si se tiene algún material de gran tamaño que se deba trasladar, debe estar especificado dentro de la planificación para evitar imprevistos. Por último, se ha de tener muy en cuenta el sistema de cableado de todos aquellos aparatos electrónicos, ya que suele mezclarse.
- Avisa a clientes y proveedores
Si vas a cambiar de dirección, es de vital importancia avisar a tus clientes, proveedores y a todos aquellos que estén ligados con la empresa, para que tengan constancia del traslado que se va a ejercer. Lanza un comunicado oficial o trasmíteselo por mailing, que es una manera ágil, rápida y efectiva de hacerlo. Aprovecha para cambiar también la dirección en los directorios digitales y tarjetas de visita.
Seguro que con estos pasos el proceso será mucho más sencillo y llevadero.
Si eres feliz en tu trabajo actual, busca uno nuevo
Una mañana más, suena el despertador, te das una ducha, desayunas y directo al trabajo. Todo va bien, te sientes con energía; en definitiva, tienes ganas de trabajar y, por supuesto, ni te planteas buscar otro empleo. Sin embargo, el cambio es muchas veces lo único que nos hace avanzar, incluso cuando la situación actual laboral parece inmejorable. Así que, aunque estés contento en tu trabajo porque te gusta lo que haces, aunque no temas un despido o aunque tu jefe sea maravilloso, debes estar abierto a nuevas oportunidades.
Como afirma Jack Kelly, consultor de Recursos Humanos y colaborador habitual de Forbes, “si algo anda mal en tu empresa y la situación es desagradable, empiezas a bajar por una pendiente resbaladiza, tu confianza se erosiona y tu miedo sobre el futuro se incrementa hasta alcanzar un nivel incómodo”. Y esa situación no es precisamente la ideal para encontrar un buen trabajo.
Por eso, no debes esperar a estar en una situación desesperada. “Cuando estás contento en el trabajo, hay muchas ventajas que te permitirán brillar y tener éxito en la entrevista para otro empleo”, expresa Kelly. Algunas de estas son:
- Estarás más relajado y confiado en la entrevista porque, pase lo que pase, seguirás teniendo un buen trabajo.
- La gente siempre parece querer lo que no puede tener y por eso a la empresa que te está entrevistando le encantará ‘robar’ un talento como tú a su competencia.
- Tendrás mayor poder de negociación porque ya tienes un trabajo seguro y te sentirás más cómodo a la hora de negociar.
- Igualmente, tendrás la confianza suficiente como para pedir un salario más alto.
- Y por último, no estarás ansioso por encontrar un trabajo y podrás permitirte el lujo de esperar todo el tiempo que sea necesario para encontrar uno que verdaderamente ames y por el que merezca la pena dejar el que tienes ahora.
Jack Kelly lo tiene claro: “comienza a buscar un nuevo trabajo cuando estés contento, confiado y seguro de ti mismo en el actual. Esto aumentará tu atractivo para las empresas potenciales, lo que derivará en un empleo con cargo superior, más salario y mayores responsabilidades”.
‘Happyshifting’: ser feliz trabajando es posible
Si dejaste de leer este artículo porque piensas que es imposible ser feliz trabajando, igual deberías conocer la tendencia ‘happyshifting’, un movimiento surgido en el mundo laboral que considera que el trabajo no tiene por qué ser algo negativo, sino todo lo contrario.
Según Randstad, el ‘happyshifter’ busca en su empleo un complemento que contribuya a su felicidad y en el que pueda aplicar todos sus conocimientos y habilidades. Un término acuñado por los españoles Daniel Lyons y Montse Ventosa en 2009 en el que se encuadra a todos aquellos empleados que ya no sueñan con establecerse durante toda la vida en una misma empresa. Este segmento de la población -generación de los 80 y 90- no busca el paternalismo empresarial que otorga estabilidad, sino encontrar un puesto afín a su personalidad y gustos para encontrar el bienestar. Un buen ambiente, el reconocimiento del trabajo bien hecho o un buen diseño de oficina son requisitos que el ‘happyshifter’ busca, en detrimento de un gran salario.
Pero esta tendencia no solo beneficia al empleado. Si bien cuando nació fue una actitud personal del trabajador, actualmente ha comenzado a envolver a las empresas. Éstas se han percatado de que un buen ambiente de trabajo, la posibilidad de un horario flexible o la disposición de salas de descanso aumentan el bienestar de la persona y, por ende, su productividad.
5 ventajas de trabajar en un espacio de coworking
¿Te has planteado trabajar en un coworking? Cada vez son más los emprendedores y autónomos que se animan con este modelo de oficinas compartidas donde se dan cita diferentes profesionales que buscan un espacio flexible y que quieren tener la posibilidad de conectar con otros miembros.
Pero si aún tienes dudas sobre elegir o no esta innovadora forma de trabajo, te contamos a continuación cinco ventajas para que puedas decidir:
1. Ahorras dinero
Evidentemente es la primera ventaja que se nos viene a la cabeza al pensar en trabajar en un coworking. Emprendedores, profesionales y autónomos pueden acceder a este tipo de espacios realizando una pequeña inversión. Ya que tienen precios más asequibles que el alquiler de una oficina, dejando así a un lado los gastos en infraestructuras y costes operativos.
Además, las tarifas que ofrecen suelen ser flexibles: media jornada, paquetes de horas… para que cada usuario elija la que mejor se adapte a sus necesidades. Probablemente, si compaginas tu proyecto con otras actividades o trabajos por cuenta ajena, te interesará más elegir el espacio por horas sueltas que contratar un mes, por ejemplo.
2. El espacio está totalmente equipado
Si acabas de poner en marcha una idea de negocio o si tienes pocos empleados, seguro que en algún momento te has planteado trabajar en casa o incluso alquilar una oficina, pero ambas opciones traen consigo algunos inconvenientes porque tendrías que adecuarlos a espacios profesionales.
Necesitas luz, agua, electricidad, limpieza, climatización, café, agua, Internet… y además servicios variados como sala de reuniones, zona social o una cocina. La gran mayoría de modelos de coworking ponen a disposición de los usuarios, desde el primer día, oficinas totalmente equipadas que muchas veces se complementan incluso con servicios de secretaría, teleconferencias, impresora, correo, mensajería y Wi-Fi de alta velocidad.
3. Haces networking y enriqueces tu proyecto
Otro de los principales beneficios de los espacios de coworking es que dan al emprendedor la oportunidad de crear una comunidad. Compartir ideas y proyectos y crear sinergias con otros emprendedores, así como poner en marcha eventos y talleres. Puedes llegar a enriquecer tu proyecto gracias a las aportaciones del resto de coworkers, que suelen tener un fuerte espíritu de colaboración.
Seguro que estás especializado en tu área de negocio. Pero, también sabrás que para llevar a cabo un proyecto completo, hay que abarcar lo máximo: saber de diseño e imagen corporativa, plan de negocio, área legal aplicable, administración, etc. En una comunidad de coworkers encontrarás profesionales de todas las áreas que podrán hacer aportaciones complementarias a tu proyecto.
4. Tú pones el horario
Al igual que ocurre con las tarifas de precios, el horario en los espacios de coworking también es flexible. Podrás dividir tu tiempo como desees, sin ataduras ni horarios estrictos. La mayoría de espacios ofrecen un acceso de 24 horas los siete días de la semana. Por lo que puedes trabajar de noche, festivos y fines de semana.
5. Recibes formación para estar al día
La mayoría de los centros de coworking organizan a menudo cursos y actividades. Los hay más orientados al enriquecimiento personal: clases de yoga, cocina, etc. También, los hay que fomentan el desarrollo profesional: uso de herramientas que ayudan a la productividad del emprendedor, de conocimiento legal y administrativo, coaching para el emprendedor, jornadas de intercambio con entidades externas, etc. No obstante, en cualquier caso, todas estas actividades, además de servirte para aprender, pueden ayudarte a aumentar tu red de contacto o a darte a conocer.
6. Nuevas posibilidades de trabajo: coworkings familiares
Además de todas las ventajas mencionadas anteriormente, gracias al modelo de coworking han nacido en los últimos tiempos posibilidades de trabajo que no existían antes. Nos referimos a espacios de trabajo compartidos donde además tienes la oportunidad de llevar a tu hijo o hija contigo, una manera de conciliar vida laboral y familiar.
En España encontramos numerosas opciones como ConciliaWorking y El Círculo en Málaga, oficinas en las que podrás trabajar, desarrollar tu proyecto, estudiar, etc., y todo ello mientras tu peque está cerca de ti, atendido en todo momento por una educadora. También existen otros como CoFamily Working, ubicado en Granada y Cobaby, con sede en Barcelona.
8 estrategias para una reunión de trabajo efectiva
Una reunión de trabajo es necesaria para coordinar los equipos, conocer el estado de los proyectos y conseguir que las tareas se desarrollen a la perfección, pero en la mayor parte de ellas se pierde mucho tiempo. ¿Qué podemos hacer para que no acaparen la totalidad de la agenda del día? Si quieres que este tipo de encuentros resulten efectivos, toma nota de las siguientes técnicas, herramientas y estrategias que permiten extraer el máximo partido.
ANTES DE LA REUNIÓN
- Define el motivo y sus objetivos
El primer paso es preguntarte por qué has convocado la reunión y, por consiguiente, si es realmente necesaria o no. Una vez contestadas estas preguntas, y si no quieres que se disperse y se alargue en exceso, deberás definir muy bien el objetivo o los objetivos de la misma. Puedes hacer lo mismo con unas metas previas.
Para todo ello es conveniente crear un ‘planning’, un documento que incluya el motivo de la reunión, los objetivos a conseguir, los temas que se tratarán, los tiempos que se dedicarán a cada cuestión, etc.
- Establece el medio y la fecha
El siguiente paso será decidir cómo la llevarás a cabo: hazla en horarios de trabajo, porque reunirse es trabajo. Y decide también si la harás presencial, por teléfono o por videoconferencia. Una vez que tengas claro estos puntos ya podrás convocarla. Eso sí, que sea con tiempo para que los asistentes puedan preparar sus intervenciones. Evita a toda costa las reuniones improvisadas.
- Selecciona a los participantes adecuados y convócalos
Solo debes escoger a aquellas personas cuya presencia sea necesaria y, entre ellas, debe haber un responsable de coordinar. Una vez elegidas, tendrás que avisarlas y asegúrate de hacer la convocatoria por canales que se vean. Determina el lugar y la hora y adjunta el ‘planning’ que elaboraste en el primer paso con el orden del día así como documentos que haya que leer antes –si los hay-.
DURANTE LA REUNIÓN
- Comienza a tiempo
Es esencial que las reuniones de trabajo tengan establecidos tiempos de comienzo y de finalización, que se sepa lo que van a durar. Y más importante aún es que se cumplan esas horas acordadas, ya que solo así es posible conseguir que sean realmente productivas.
- Haz un resumen y sigue el plan previsto
Dedica los primeros minutos a aclarar los puntos fundamentales. A modo de resumen, indica la importancia de los temas que se van a tratar, el motivo principal de la reunión y los objetivos que se pretenden conseguir.
A continuación, puedes seguir el desarrollo previsto en el plan. Procura que siga el curso y el enfoque, dando a cada punto el tiempo preciso y evitando tratar temas no contemplados en el ‘planning’. Y en cuando a los temas más importantes, trátalos en la mitad de la reunión.
- Optimiza ideas claves y establece un clima positivo
Otro aspecto fundamental en el desarrollo de una reunión de trabajo es la optimación de las ideas claves. Para ello, algunos directivos utilizan una técnica según la cual los asistentes solo disponen de un ‘post-it’ para tomar notas durante el encuentro, no pueden utilizar más papel. Así, una vez que acabe la reunión, llegarán a su puesto para ponerse a trabajar en los aspectos tratados y les será mucho más fácil leer un simple ‘post-it’ que un cuaderno lleno de notas.
Por otro lado, no dejes que algunos se impongan y acaparen la reunión, ya que esto podría afectar negativamente al clima positivo de comunicación y cooperación que se debe crear y mantener.
- Finaliza a tiempo
La puntualidad es un aspecto fundamental y, al igual que hay que tratar de comenzar a la hora marcada, también hay que acabar para impedir que la reunión sea demasiado larga. Antes de eso, no olvides dejar un tiempo para que los participantes expongan dudas, sugerencias o comentarios, sintetiza las conclusiones esenciales y agradece la participación de todos.
DESPUÉS DE LA REUNIÓN
- Haz una memoria
Confecciona un sumario de la reunión para enviar a todos los participantes durante los siguientes días. Esta memoria debe contemplar si se han conseguido cumplir los objetivos previamente marcados, las tareas que se hayan podido encomendar a los diferentes participantes, el tiempo que disponen para llevarlas a cabo, las conclusiones más importantes, los acuerdos adoptados…
Y si han quedado temas pendientes, convoca una nueva reunión.
El modelo de trabajo híbrido
Tras la finalización de las vacaciones y la vuelta al trabajo, nos encontramos con una situación nunca antes vivida: la mayoría de los empleados no quieren volver todos los días a la oficina y, por otro lado, el teletrabajo no acaba de convencer a muchos directivos. Muchas empresas nacionales e internacionales están optando por una solución intermedia; un modelo de trabajo híbrido en el que los trabajadores puedan combinar la presencialidad y el trabajo remoto en una misma semana laboral.
Según un estudio elaborado por Boston Consulting Group y enClave de Personas, titulado “Nuevas formas de trabajar. Reflexiones sobre el futuro” , el 65% de las empresas españolas han optado por combinar dos o tres días de teletrabajo a la semana y el resto en la oficina de forma presencial. El 25% de ellas ofrecen cuatro días de trabajo remoto e ir a la oficina únicamente para temas específicos y solo el 10% de las empresas se plantean un solo día o no plantean el teletrabajo.
Aunque el estudio habla de que las empresas parten de situaciones muy diversas, la mayoría de ellas sí que tienen en mente implantar un modelo de trabajo híbrido con varios días de trabajo remoto, de aquí a 2025.
Esta tendencia irá creciendo, por lo que los directivos, aunque aún sean reticentes al trabajo en remoto, van a tener que definir un modelo atractivo para atraer talento y retener a los empleados. Pues los nuevos perfiles profesionales van a dar cada vez mayor importancia a este tipo de “ventajas” por encima incluso del salario.
El 69% de los profesionales consultados en este estudio piensan que sus jefes deberían cambiar su mentalidad y medir la contribución y desempeño en función de los resultados obtenidos y no de las horas empleadas o en ir o no ir a la oficina. Sin embargo, mencionando otro estudio, esta vez realizado por IESE Business School y Savills Aguirre Newman, “Un lugar de trabajo sostenible: hacia un modelo remoto y presencial”, solo un 12% de los empleados trabajaría en remoto todos los días. Contrarrestando este dato con uno de los grandes mitos del trabajo remoto, protagonista en esta pandemia de la COVID-19.
El estudio quiere ofrecer una visión equilibrada de los beneficios e inconvenientes del teletrabajo y el trabajo presencial y expone seis mitos del trabajo en remoto:
Mito 1. Todo el mundo quiere trabajar en remoto.
Solo un 12% de los empleados trabajaría en remoto todos los días. Hay razones para hacerlo como: poder cuidar mejor de la familia, ahorrar en transporte o tener más tiempo para practicar algún deporte o hobby. Sin embargo, otros argumentan que carecen de los medios necesarios, que no puede hacer su tipo de trabajo de forma remota o que quieren estar cerca de su equipo. La opción preferida, en realidad, es teletrabajar dos o tres días a la semana e ir a la oficina el resto.
Mito 2. Todo el mundo puede trabajar en remoto
Hay trabajos que requieren la presencialidad como, por ejemplo, los relacionados con el cuidado personal, los que requieren algún tipo de manipulación física o aquellos en los que el componente afectivo-social sea de gran importancia.
Mito 3. Se rinde menos cuando se trabaja en remoto
Los datos lo desmienten. Cuando las personas teletrabajan entre dos y tres días a la semana, se produce un incremento del rendimiento y la calidad del trabajo. Además, se incrementa el orgullo de pertenencia a la empresa y la predisposición o disponibilidad para hacer lo que la empresa o los clientes necesiten. El trabajo híbrido incrementa el compromiso con las tareas laborales, la dedicación y absorción laboral.
Mito 4. El teletrabajo dificulta la innovación
Para el grupo de personas que son, en general, altamente creativas, trabajar desde casa ayuda a ser un poco más innovador que estar en la oficina. Sin embargo, a los que no lo son tanto, estar en la oficina les hace ser un poco más innovadores. Por ello, la modalidad de trabajo híbrido facilita este proceso.
Mito 5. No aporta nada reunirse en persona. Todo se puede hacer en remoto
En función del tipo de tarea y reunión que se realice, viene mejor adoptar una modalidad u otra. Para las reuniones relacionadas con ventas con clientes, innovación y cocreación con colaboradores, las reuniones presenciales aportan un plus de efectividad. Mientras que las llamadas de seguimiento, las reuniones rutinarias, la elaboración de informes o el estudio de asuntos de fondo pueden ser realizadas perfectamente de manera remota.
Mito 6. En la oficina se pierde mucho tiempo
Los beneficios del teletrabajo dependen mucho de la capacidad de autogestión de cada uno. Las personas que tienen esta capacidad sienten más orgullo de pertenencia y energía en el trabajo. Además de tener mayor disposición a realizar lo que la empresa requiera y hacer el trabajo con más calidad, que aquellos que no son capaces de autogestionarse.
Este informe también destaca que trabajar desde casa disminuye hasta un 63% el estrés por los trayectos y hasta un 21% la multitarea, mientras incrementa un 10% la felicidad cuando se trabaja. En cambio, puede aumentar en un 15% el aislamiento social y en un 11% la generación de confianza y cohesión de los equipos de trabajo.
En definitiva, a nivel generalizado, lo ideal es que el trabajo se desarrolle de forma híbrida, equilibrando el trabajo remoto con el presencial pues, al fin y al cabo, se trata de una cuestión de flexibilidad.
Cómo organizar tu trabajo si te vas de vacaciones
¡Por fin llega el momento más esperado del año: las vacaciones! Sin embargo, antes de coger la maleta y marcharnos debemos dejar todo bien atado y organizado en nuestro trabajo.
Y es que, disfrutar de esas merecidas vacaciones también implica dejar las tareas preparadas y organizadas para que, tanto el periodo vacacional como el posterior y temido regreso, no sean un caos para el empleado y sus compañeros. De hecho, según un estudio de Randstad “un 28% de los consultados dice sentirse incómodo cuando se va de vacaciones por el hecho de que otros compañeros tengan que hacer su trabajo y un 58% reconoce que con el descanso de sus compañeros aumenta su carga de trabajo”.
Se supone que todos sabemos lo que debemos hacer, pero la mayoría de las veces no lo hacemos. Por eso, si queremos disfrutar de unas merecidas y relajadas vacaciones, debemos preocuparnos con antelación de dejar cerrados y atados todos los temas pendientes, tanto en nuestro trabajo como en casa. Así, nada ni nadie podrá interrumpir nuestro periodo de descanso, ni llevarnos sorpresas a la vuelta.
Los días previos a nuestra marcha son clave para preparar todo y entrar en el “modo vacaciones”. Aquí os dejamos una serie de consejos que os pueden ser de gran ayuda:
- Organiza y planifica tus tareas. No dejes que la cercanía al periodo de descanso te disperse de tus tareas. Enfócate y concéntrate en lo que estás haciendo para desarrollar tus ocupaciones de forma ordenada y dejar cerrados todos los proyectos y asuntos pendientes. Para ello, recomendamos enumerar todas las tareas, dividiendo en subtareas si fuera necesario, para hacer un seguimiento del proyecto y de las personas que se quedarán a cargo de cada una de ellas. Es importante que los líderes de equipo apoyen a sus empleados a organizar y realizar el seguimiento de sus tareas, además de las suyas propias.
- Delega en el equipo y coordínate con tus compañeros. La mayoría de las personas creen que nadie es capaz de asumir las tareas que ellos están haciendo, por lo que nunca delegan. Hay que acabar con esa creencia y confiar en el equipo, definiendo claramente los roles y responsabilidades, para que el proyecto marche con éxito. Y, por lo tanto, la empresa siga evolucionando en sus objetivos de negocio.
- Informa de tus vacaciones. Informa a tus compañeros de qué días vas a estar ausente, así como a los proveedores y a los clientes. Además, programa un correo electrónico automático avisando de que estarás fuera de la oficina y, si fuera necesario, desvía los temas importantes a otros compañeros…
- Organiza tu vuelta. Tan importante es intentar dejar cerrado todo antes de irte de vacaciones, como programar una reunión a tu regreso para hacer un seguimiento de los proyectos vigentes y estar al día de las últimas novedades.
- Deja ordenado tu espacio de trabajo. Ya sea en la oficina o en casa (por esto del teletrabajo), es importante dejar nuestro espacio de trabajo ordenado. De esta forma, cuando regresemos, nos encontraremos con un espacio agradable, que invita a volver a reconectar. También es fundamental desenchufar todos los dispositivos electrónicos para ahorrar energía.
- Reduce el uso de tecnologías. La digitalización de muchos aspectos de nuestra vida profesional y personal, junto con el trabajo en remoto, han normalizado situaciones que hacen difícil la desconexión de los profesionales fuera del horario laboral. Te aconsejamos que desactives las notificaciones relacionadas con el trabajo, así evitarás caer en la tentación de conectarte. Avisa de que te llamen sólo en caso de “extrema urgencia” y ten a mano los dispositivos necesarios por si tuvieras que realizar algún trámite profesional. Pero evita su uso de forma normal. Y es que, tan agobiante es estar todo el tiempo conectado, como tener una urgencia y no poder resolverla por no tener acceso a los dispositivos adecuados.
Ahora que ya tienes todo listo para desconectar e irte tranquilo de vacaciones, con la satisfacción de haber realizado un trabajo bien hecho y la seguridad de que vas a descansar para volver con más energía y más fuerza… ¡Disfruta de esos días libres que tanto te mereces!
Tendencias en la revolución de los espacios de trabajo
Más de un año después de la llegada de una pandemia que llegó para cambiarlo todo, las empresas siguen adaptándose a una nueva realidad que condiciona enormemente la forma en que las personas trabajan, interactúan y socializan. La vuelta a la oficina, la gestión de los espacios de trabajo, el uso de herramientas colaborativas o el ‘workplace manager’, son algunas de las tendencias que van a cambiar el modo en que trabajan los profesionales españoles en los próximos meses.
Actualmente nos hallamos en un periodo de reconfiguración del diseño y la reorganización de los espacios de trabajo, más a largo plazo, donde se prioriza el bienestar de los trabajadores, con un equilibrio idóneo entre funcionalidad y productividad. El regreso a la oficina, de forma paulatina y organizada, se ha convertido en uno de los grandes hitos para muchas empresas. Esto se debe a la necesidad de imponer estrictos protocolos que garanticen la seguridad de sus equipos. De este modo, nos encontramos ante una nueva forma de interacción entre los empleados y el entorno de trabajo.
En un contexto de numerosos cambios, es importante pensar cómo rediseñamos estos espacios. Tanto como para que faciliten el trabajo de las personas, como para que, a su vez, incidan en los resultados del negocio. Así, es importante pensar en la funcionalidad y en la estética, pero también en la forma de trabajar, rediseñando y optimizando los procesos. Sólo de esta manera lograremos colaboradores más felices y productivos, impactando directamente en la sostenibilidad y competitividad de la empresa.
Estas son algunas de las tendencias que están revolucionando los espacios de trabajo:
Teletrabajo y el regreso a la oficina
El trabajo en remoto ha llegado para quedarse. Independientemente del grado de aceptación que acabe teniendo en las dinámicas de las empresas, una vez se normalice la situación sanitaria, el trabajo en remoto, desde casa, es desde ya un reto a gestionar a largo plazo. Así, se vuelve fundamental repensar la experiencia en el espacio de trabajo. Pues, no se trata solo de pasar de lo presencial a lo virtual, sino dar un paso más y adaptarnos a un nuevo concepto de workplace y, con ello, a una nueva forma de trabajar. Teniendo siempre muy presente la seguridad y el bienestar de nuestros empleados.
Cada vez más cerca del hogar
Está demostrado que las personas que trabajan en organizaciones flexibles, que les permiten trabajar un determinado número de horas en sus hogares, son más leales a la compañía, demuestran un mejor rendimiento y reportan más responsabilidades personales en beneficio de las empresas. Debemos seguir manteniendo en el centro a las personas y que, pese a la distancia física, siga existiendo un vínculo con la cultura corporativa de cada empresa.
Herramientas de colaboración en línea
Cada vez más compañías están utilizando softwares basados en la nube, para comunicarse con los teletrabajadores o remote workers. Algunas empresas utilizan programas como Yammer, Chatter y Jive para crear redes privadas o entornos colaborativos, que los directivos y colaboradores pueden utilizar para el intercambio de mensajes, documentos o trabajar en proyectos conjuntos.
Puntos de encuentro donde las personas se conectan simultáneamente, comparten imágenes, videos, documentos, presentaciones; repositorios de información compartida… la tecnología lo hace posible y es la esencia de la confianza y la colaboración.
Espacios colectivos en alza
La oficina tradicional agoniza con la llegada de los espacios compartidos. Atrás quedan los escritorios, despachos y espacios individuales, con cubículos independientes y separados entre sí, para dar paso a grandes espacios compartidos. Al menos, esa es la tendencia que se quiere imponer actualmente, como la que ofrece el coworking.
El crecimiento de una fuerza de trabajo cada vez más joven y empoderada (millennials y siguientes) está potenciando los espacios conjuntos. Estos ofrecen a los profesionales una serie de ventajas competitivas: fomentan la colaboración, la creatividad, el intercambio de ideas, la creación de redes y la socialización. Además, el aumento de colaboradores independientes o freelances hará que la demanda de estas áreas colaborativas siga creciendo.
Mobiliario abierto y ligero
Adiós a los espacios cerrados. Los nuevos espacios deben ser flexibles y adaptarse a cada una de estas circunstancias, abriendo y cerrando zonas de trabajo y adecuándose a las necesidades concretas del proyecto en el que nos encontremos trabajando. Las personas son el recurso más valioso de una organización. Por lo que la calidad de vida o el “well-being” de los trabajadores será el eje central de estos nuevos espacios. Mejores espacios, trabajadores más felices.
Workplace Experience Manager, la nueva figura clave
Los nuevos tiempos y las demandas del mercado laboral han modificado las habilidades que necesitan los líderes encargados de velar por el bienestar de los empleados a través del entorno laboral. En este sentido, las empresas han pasado de apostar por perfiles muy técnicos a otros que también aporten una dimensión más empática. Aparece así la figura del Workplace Experience Manager, cuya función será garantizar el bienestar de los empleados. Teniendo en cuenta el entorno físico en el que trabajan, así como las herramientas y tecnologías que les permiten desarrollar su productividad.
Digitalización del entorno laboral
Cada vez más, el espacio de trabajo y la tecnología irán de la mano. La optimización de tareas y la conectividad entre espacios de trabajo se basarán en herramientas tecnológicas, así como en la constante innovación para alcanzar un mejor rendimiento. Esto supondrá fomentar la formación de sus colaboradores para que la adopción de los nuevos sistemas de trabajo sea un éxito. Y es que, cada vez más empresas invierten en nuevas tecnologías para transformar los procesos a través de los cuales gestionaban algunas áreas del negocio, como la startup española Bookker, empresa tecnológica que ayuda a gestionar los espacios de trabajo de forma eficiente y segura, mejorando, además, la productividad.
La era del outsourcing
Comentamos anteriormente que hay una tendencia al trabajo independiente o freelance. Cada vez más personas trabajan como empresas en sí mismas; es decir, como contratistas independientes, por proyectos y no en puestos corporativos permanentes. Muchas empresas han aprovechado esta ola de cambios, en los que los equipos se encuentran dispersos, para externalizar determinadas áreas de su organización, flexibilizando y optimizando los costes. Esta externalización reporta numerosos beneficios a las empresas entre los que destacan: una mayor eficiencia, calidad o rentabilidad, al poder centrarse en su actividad principal.
Cultura Corporativa
Los espacios de trabajo son un reflejo de las empresas: su imagen, su forma de trabajar, su filosofía, su identidad corporativa y un espejo de cómo cuidan a sus trabajadores y las personas que la hacen posible. Numerosos estudios demuestran que, para las nuevas generaciones, el diseño de la oficina es un gran atractivo a la hora de valorar la incorporación o no a un equipo de trabajo. Por eso, para atraer y retener el talento, contar con un buen entorno de trabajo es una pieza clave y mucho más relevante que hace algunos años. Grandes empresas han demostrado ser la punta de lanza de los cambios del espacio de trabajo durante los últimos años. Estas compañías marcarán cómo se deben instaurar estos avances y los procesos que esto suponga. Lo que las convierte en la vanguardia de este cambio de paradigma.
En conclusión, uno de los grandes desafíos al que las empresas del siglo XXI se enfrentan, es la integración de un espacio que permita generar un ambiente agradable y flexible, alineado con un nuevo paradigma laboral que, a su vez, contribuya a mejorar la productividad de los trabajadores, impactando de forma positiva en los resultados de negocio de las empresas.
Innovar o morir: Desafíos y oportunidades de la innovación
La innovación ya no es un tema exclusivo de la tecnología. Hoy en día afecta a casi todos los aspectos de nuestra vida, también al ámbito empresarial. Tras un año marcado por la aceleración de la transformación digital en empresas, instituciones y en nuestra sociedad, ante la crisis del Covid-19 surgen desafíos, pero también nuevas oportunidades.
En un mercado tan competitivo como el actual, a la vez de cambiante, la necesidad de las organizaciones de estar siempre un paso por delante de sus principales competidores, además de alineados con el mercado, ha provocado que dediquen cada vez más recursos a la innovación. Pretendiendo así mejorar constantemente la oferta de productos y servicios, ofreciendo una propuesta de valor diferencial.
Sin embargo, innovar, que hoy está tan de moda, puede parecer fácil y al alcance de todos. Pero en realidad muchos líderes y gestores no tienen claro por dónde empezar, en qué aplicar la innovación, qué modelo seguir y cómo garantizar que los recursos que van a ser invertidos en esta actividad sean rentables. Existen diferentes tipos de innovación: se puede innovar en los productos o en los servicios, en el modelo de negocio o en el de gestión, en proceso, etc…
Desde Hasten Group hemos recopilado una serie de conceptos, consejos y claves que toda organización debe tener en cuenta a la hora de plantearse cualquier proceso de innovación.
Marcarse retos
Las oportunidades y las amenazas (retos) son el detonante que inicia el proceso de innovación, por lo que su definición influirá en los resultados conseguidos. Así pues, uno de los principales desafíos a los que se enfrenta cualquier empresa que desee innovar es identificar nuevos retos sobre los que aplicarla, además de marcar los objetivos a perseguir.
Definir una estrategia.
Disponer de una estrategia de innovación alineada con la estrategia de la empresa es un factor clave para convertirse en una empresa innovadora. Esta estrategia será la que determine los procesos de innovación en los que se tiene que poner foco. Y es que, tan importante es saber dónde tenemos que innovar, como la forma de hacerlo.
Creatividad e innovación.
El proceso de innovar está relacionado con la creatividad y la investigación, pero no son lo mismo. En un proceso creativo se dedican recursos a la generación de ideas. Y en un proceso de innovación se dedican las ideas a generar resultados económicos. No por el hecho de generar más ideas, seremos más innovadores, pero si las ideas están bien enfocadas tendremos más probabilidades de conseguir la innovación buscada.
Equipos multidisciplinarios.
La clave de la innovación es el talento, las personas. Toda organización que desee ser innovadora tendrá que hacer un esfuerzo para dotar a su personal de las herramientas, las habilidades y los modelos mentales más adecuados en cada caso. Pare ello, es importante construir equipos multidisciplinarios, no solo formados por perfiles compatibles a nivel de conocimientos sino, más importante aún, de capacidades y habilidades, conformando un equipo bien equilibrado, eficiente y de alto rendimiento.
Liderar desde el ejemplo.
La innovación viene impulsada por el liderazgo. Para convertirse en una empresa innovadora es necesario que la dirección crea que la innovación es un proceso estratégico y actúe en consecuencia, dedicando las personas y los recursos necesarios. Innovar implica cambiar. Por esto, la mayoría de las ocasiones el papel del líder será justamente el de impulsar el cambio. Tendrá que guiar y despertar los deseos de cambio, incentivarlo con acciones concretas, así como defender y proteger la innovación. Teniendo en cuenta que encontrará resistencia al cambio.
Motivación e incentivos.
Es importante motivar e incentivar a las personas para que aporten su talento y lo pongan al servicio de la innovación, superando la resistencia al cambio. Las personas responden habitualmente a los estímulos generados por el entorno en el que actúan. Por lo que el refuerzo positivo, es decir, recompensar un comportamiento que se quiere mantener, se hace muy importante.
Espacios de trabajo de la innovación.
Habilitar y poner a disposición de los equipos “espacios” de intercambio de ideas. Los entornos de trabajo físicos facilitan la innovación y creatividad, y tienen una gran influencia en el comportamiento de las personas. La oficina o el espacio de trabajo debe proporcionar a los empleados tanto la posibilidad de concentrarse como de relacionarse, interactuar y colaborar entre si. Las empresas que ofrecen más opciones sobre dónde y cuándo trabajar, gozan de una imagen más innovadora. Y tienen más probabilidades de aumentar la creatividad y la productividad.
Pero también, y más hoy día, se pueden generar entornos que fomenten la innovación de forma virtual. Por ejemplo, implementando herramientas y metodologías que permitan poner a trabajar a equipos dispersos de forma remota, tal y como lo pudieran hacer de forma física. Esto también permitirá la colaboración entre miembros de diferentes ubicaciones, culturas y formas de pensar, lo que enriquece cualquier proceso de innovación.
Transformación cultural.
La innovación no puede depender únicamente del talento de unos pocos. Para conseguirlo es necesario construir un sentimiento dentro de la organización, en la que cualquier persona es válida y puede aportar algo al proceso de innovación. No es solo de la dirección o los jefes de equipo, sino que debe ser involucrada toda la estructura de la organización. Esta transformación cultural no cambia de la noche a la mañana. Se trata de un complejo proceso al que se deberán dedicar muchos esfuerzos. Y en el que los resultados no llegan de manera inmediata, sino de forma gradual y con el tiempo.
La cultura innovadora es el resultado de un trabajo encaminado a incorporar la innovación en el ADN de la organización. La innovación se convierte así en uno de sus elementos diferenciadores. En el mecanismo de creación de valor que les permite ser más competitivas.
La tecnología al servicio de la innovación y no al revés.
El mayor acceso a tecnologías (5G, Machine Learning, Inteligencia Artificial, Big Data, Blockchain….) combinado con un mayor conocimiento de qué se puede hacer con ellas, permitirá a los equipos internos comenzar a probar nuevos conceptos e ideas.
La agilidad y flexibilidad con la que funcionan las organizaciones que han optado por un modelo que aplica algún tipo de tecnologías, como el cloud computing, no solo es resultado de la tecnología que está detrás de ellas, sino también del cambio cultural que han llevado a cabo. Suelen ser organizaciones que han comprendido que se tienen que reinventar. Que no solo basta con aplicar tecnologías y cambiar procesos de trabajo, sino que tienen que cambiar desde sus cimientos.
Según el informe ‘Cómo llegar a ser una empresa innovadora’ de ACCIÓ, Agencia para la Competitividad de la Empresa de la Generalitat de Catalunya, también existen una serie de inhibidores de los procesos de innovación, como pueden ser:
- Falta de compromiso real para innovar.
- Miedo al fracaso
- Tendencia a la optimización.
- Aplicar la lógica de la gestión operativa.
- Gran peso de los criterios financieros.
- Desconfianza.
- Pobre identificación de oportunidades y amenazas (retos).
- Selección incorrecta de los proyectos.
- No comunicar adecuadamente.
- Pobre ejecución.
Las organizaciones, a través de sus equipos de innovación tienen una oportunidad de oro para llegar a nuevos ámbitos, integrar nuevas tecnologías, construir ecosistemas y obtener nuevos resultados empresariales de cara al futuro. Algunas fracasarán, pero aquellas que acepten el reto y se suban al carro de la innovación, podrán ofrecer soluciones innovadoras, sostenibles, rentables y competitivas. Conviertiéndose así en organizaciones disruptivas que crecerán con una gran proyección.
Liderar equipos virtuales y no morir en el intento
Una vez más, encontramos una palanca que cambia, a marchas forzadas, las reglas del juego en el ámbito empresarial. Y es que, desde la llegada del Covid19, los líderes empresariales se han encontrado con sus equipos en sus domicilios, dispersos y sin poder liderarlos como hacía unos meses. Sus procesos, estrategias, mecanismos y canales de comunicación ya no valían y han tenido que acelerar, en cuestión de semanas, los procesos de digitalización o transformación digital. Unos avances que, normalmente, hubieran ocurrido en años.
El trabajo en remoto ha venido para quedarse y toca poner en orden todo lo que se ha ido haciendo, en ocasiones, de forma rápida y poco ordenada, generando nuevas rutinas y repensando los procesos. A partir de ahora, el mundo empresarial tiene que adaptarse a una organización del trabajo más flexible, fomentando la conciliación familiar, y a una nueva forma de liderar equipos desde la distancia. Ahora más que nunca, hay que poner al empleado en el centro y asegurarse que está bien y que desarrolla su actividad de igual o mejor forma que lo hacía antes en la oficina.
El teletrabajo requiere de un enfoque distinto, donde se hacen indispensables algunas labores orientadas al seguimiento y la monitorización de los equipos. Aquí te damos algunas pautas:
- Contratar a los mejores y confiar. A la hora de contratar nuevos perfiles, es indispensable que los miembros de nuestros equipos sean autónomos, responsables, proactivos y confiables. Si estamos seguros de que contratamos a la persona adecuada, no vamos a tener que hacer de detectives y preguntar cada cierto tiempo qué está haciendo. Tenemos que delegar y confiar, estableciendo los mecanismos necesarios para el seguimiento, pero entendiendo que las tareas asignadas van a ser realizadas en tiempo y forma.
- Definición de objetivos y prioridades. No todo el mundo está acostumbrado a trabajar desde casa, por lo que se hace primordial definir objetivos claros, organizar prioridades y, además, si es necesario, marcar guías claras y concisas para el desarrollo de tareas. Es fácil perder el foco cuando el entorno en el que se desarrolla el trabajo incluye elementos que puedan causar distracciones.
- Uso de herramientas tecnológicas. Es importante definir qué herramientas se usarán y para qué, así como comunicar la mejor forma de usarlas. Tareas que antes se realizaban de forma presencial, quizás necesiten una herramienta para su correcto desempeño de forma remota, lo que ahorrará muchos quebraderos de cabeza.
- Gestión emocional. Es importante lograr que la motivación de los miembros del equipo no baje, por lo que la comunicación es muy importante, ya que situaciones que se solucionan fácilmente trabajando en la misma oficina, a distancia pueden complicarse.
- Seguimiento. Además de las herramientas, es necesario establecer mecanismos de seguimiento, ya sean procesos bien definidos o reuniones de seguimiento, pues es tan importante la definición de objetivos y prioridades como seguir y monitorizar que el camino trazado se está cumpliendo.
- Comunicación y feedback. Comunicar lo que pasa dentro de la empresa se hace más importante cuando el equipo está disperso y en la distancia. Hacerles sentir partícipes, involucrados y dar feedback de manera continua, es la mejor forma de asegurar que el equipo no solo sigue las pautas marcadas, sino que es consciente de que lo está haciendo bien y, si no, qué tiene que hacer para corregirlo.
- Mantener reuniones presenciales. Aunque podamos implementar todas las medidas, canales y herramientas para conseguir un equipo bien engranado y que trabaja de forma ágil, ordenada y productiva, somos humanos y es necesario, siempre y cuando se posible, quedar de forma presencial para estrechar vínculos o resolver conflictos que se puedan generar en el día a día.
Ser un buen líder en tiempos de teletrabajo implica cambiar la forma en la que nos relacionamos y comunicamos. Las relaciones laborales han comenzado a cambiar, pero pueden ser tan fructíferas y eficaces como cuando se hacían de forma presencial. La tecnología, el aprendizaje y la comunicación son ingredientes que nos permitirán abrir un espectro de oportunidades para el crecimiento y desarrollo de nuestros equipos y modelos de negocio.
¿Cómo está afrontando tu empresa el cambio hacia el teletrabajo? ¿Qué ha resultado ser más complicado, gestionar los recursos o las emociones? ¡Nos encantaría conocer tu experiencia!