Es un debate más que sonado eso de que la tecnología está destruyendo empleo y que esto no ha hecho más que empezar. Pero eso es otro tema… Ahora, vamos a pensar: ¿qué hubiera sido de nosotros y nuestras empresas si no hubiera existido Internet y la ayuda de la tecnología durante este largo año de pandemia que hemos vivido y que aún nos queda por vivir?

 

Podemos estar de acuerdo en que esta revolución industrial, ya la cuarta, ha provocado una serie de cambios que están haciendo que el mercado laboral, pero también la mayoría de los sectores de actividad, salte por los aires, haciéndolo pasar muy mal a muchas empresas y personas.

 

Todos recordaremos aquellos videoclubs de nuestro barrio, o grandes cadenas como Blockbuster, o las pequeñas librerías a las que íbamos a echar un vistazo y comprar un nuevo libro al que poder hincarle el diente. Efectivamente, estos comercios desaparecieron para dar paso a empresas que llaman exponenciales. Empresas que, en un espacio muy corto de tiempo, se han convertido en algo que llaman “unicornios”, con valoraciones millonarias, equipos reducidos y de crecimiento astronómico. Pero vamos a ver el otro lado… También es la primera vez en la historia que, gracias a la tecnología, un grupo de amigos en el garaje de una casa pueden crear un negocio que les permita mirar a la cara a un imperio, a veces monopolístico, y ponerlo en jaque; a veces a un sector entero…

 

¿Os suena Airbnb? Ha democratizado el poder pernoctar en cualquier parte del mundo, ofreciendo alternativas mucho más económicas y, además, incrementando la calidad. En gran parte, gracias a Internet y la tecnología, que ha cambiado nuestras vidas también para hacerlas mejores. Si no, pensemos en este último año:

 

La comunicación

De un día para otro, aprendimos que podíamos estar más cerca de nuestros seres queridos y tener más contacto del que teníamos cuando nos desplazábamos, a veces cientos de kilómetros, para verlos. Jóvenes, no tan jóvenes y mayores han descubierto tecnologías y herramientas para poder tener a sus familiares al alcance de un clic. Soluciones como Zoom, Teams, Meet… han incrementado su uso en más de un 500% en el último año. Acercando la tecnología y los dispositivos digitales a un grupo de personas de avanzada edad que nunca antes lo habían intentado. ¿Podemos decir incluso que, en muchos casos, ha creado un hábito en muchos familiares que hoy tienen más contacto que antes de la pandemia?

 

El teletrabajo

La gran mayoría de las empresas y empleadores no veían con buenos ojos eso del trabajo en remoto. Y es que, el que realmente estaba comprometido con la empresa era aquel que permanecía más tiempo en la oficina o se iba más tarde… De pronto, no es tan fácil tener al equipo cerca. Hay que cambiar el chip y es aquí donde destacan los verdaderos líderes digitales, aquellos que han sido capaces de convertir una crisis en oportunidad, aplicando tecnologías y metodologías que les permiten gestionar, organizar y coordinar equipos dispersos, trabajando cada uno en una ubicación, en tiempo record.

 

Y, de nuevo forzados por la pandemia, nos damos cuenta de que Internet y la tecnología nos han facilitado las cosas. Porque, ahora, la conciliación laboral es más real, los miembros de los equipos trabajan de forma más cómoda y flexible, e, incluso, en ocasiones ¡son más productivos! Nos hemos dado cuenta de que estas herramientas nos acercan el talento. Que ya no hace falta encontrar al candidato perfecto en la calle de al lado para que le quede cerca la oficina, sino que si tenemos que encontrar al mejor talento, puede estar en cualquier parte del mundo. Pues, Internet y la tecnología nos permiten gestionarlo y comunicarnos con él como si estuviera a nuestro lado.

 

El comercio online y el pago digital

Otro de los grandes cambios que ha traído consigo la pandemia, ha sido el cambio en el comportamiento de los consumidores y la irrupción de nuevas tendencias y hábitos de consumo online.

 

Con el confinamiento, hasta los menos atrevidos años atrás, se vieron obligados a comprar online. Así mismo, muchas empresas vieron como única salida la apertura del escaparate virtual para poder vender sus productos. Esta tendencia ha hecho que muchas compañías descubran, en Internet, otra forma de generar nuevos ingresos. Así, un cambio realizado y forzado por la necesidad, ha provocado que la mayoría de las empresas entiendan que el futuro no está solo en lo presencial, sino en el uso de canales tanto físicos, como digitales, para la venta de sus productos y servicios.

 

La educación

Más de 1.500 millones de estudiantes de casi 200 países vieron cómo sus colegios, institutos y universidades cerraban sus puertas entre marzo y abril.  A las instituciones educativas no les quedó más remedio que acudir a la formación online e, incluso, a tutores generados con Inteligencia Artificial, para poder atender la alta demanda de alumnos y que pudieran acabar el trimestre de forma exitosa.

 

Si no lo teníamos claro antes, ahora, es algo indiscutible: Internet es un canal de aprendizaje informal, pero también formal, que puede cumplir perfectamente el papel educativo de las instituciones tradicionales. Además de, por supuesto, complementarlas. Universidades, escuelas de negocio, empresas y organismos públicos, hoy día, utilizan tecnologías para seguir ofreciendo las Ferias de Empleo Virtuales. Entornos de reclutamiento donde fomentar la interacción entre usuarios y empresas, con el objetivo de impulsar la empleabilidad. Demostrando que, mediante canales digitales, el alcance es mayor. Los resultados no hace más que corroborarlo: se ha incrementado la asistencia a este tipo de foros en más de un 200% y las interacciones, gracias a estos canales, han crecido exponencialmente.

 

Otros ejemplos de nuestra vida diaria… Deporte, música y salud.

Las ganas de hacer deporte, el temor al contagio y la búsqueda de alternativas al transporte público están reventando el mercado de bicicletas. Fabricantes y vendedores vuelven a vivir días de gloria. Algunos pasaron del ERTE a no dar abasto.

 

Por otro lado, la industria musical resucita tras la cuarentena y ofrece conciertos online de pago, subiéndose al tren del streaming, que tan buenos resultados han brindado a las plataformas de vídeo con series y cine. También, la investigación médica progresa gracias a la tecnología. Las redes de epidemiólogos están recurriendo al aprendizaje automático para localizar repositorios de artículos académicos publicados sobre la COVID-19, mientras chatbots comienzan a incorporarse al sistema de salud de EE. UU. para hacer diagnósticos iniciales, en función de los síntomas identificados por los pacientes.

 

Tras este análisis, si algo tenemos claro es que hay tecnologías que, verdaderamente, nos hacen la vida más fácil. Y que se asimilan de forma rápida por su utilidad. Para ello, es necesario un cambio de mentalidad y entender que se nos abre un sinfín de oportunidades y posibilidades. En nuestra mano está el aplicarlas para vivir mejor. ¡Feliz día mundial de Internet!

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