La ciberseguridad en tiempos de teletrabajo
Como consecuencia del Covid-19, la adopción del teletrabajo se ha acelerado de forma vertiginosa en los últimos meses. Y es que, para muchas empresas, esta nueva modalidad de trabajo se ha convertido en una actividad esencial para la continuidad de su negocio.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), solo el 27% de las compañías había experimentado el teletrabajo antes de la llegada de la pandemia. Solo un 7% de la población trabajaba en remoto de forma esporádica y un 4% lo hacía de manera continua. Sin embargo, la crisis sanitaria actual ha abierto un nuevo escenario convirtiendo esta modalidad de trabajo en una tendencia masiva. Esto ha tenido un efecto inmediato en las organizaciones, cambiando la forma en la que los empleados trabajan y aumentando considerablemente el riesgo de ataques cibernéticos, al no estar preparadas.
Los ciberdelincuentes están aprovechando la incertidumbre actual para lanzar ataques digitales a empresas de todos los sectores: desde el phishing al ransomware, la variedad de ataques es infinita. En este contexto, proteger los datos internos de las compañías es clave. Así se desprende de la última encuesta de Check Point Software Technologies, donde se especifica que el 79% de las compañías tiene como principal prioridad reforzar sus niveles de ciberseguridad y prevenir ciberataques.
¿Qué podemos hacer para mejorar la ciberseguridad de nuestras empresas?
- Formar a los empleados. En el contexto actual, son muchos los empleados que están trabajando desde dispositivos domésticos, accediendo en remoto a la red de la empresa. De ahí, que sea prioritario concienciarlos sobre los riesgos de ciberseguridad, de manera que la red de su hogar también sea segura. De este modo, es preferible no usar la cuenta personal para el trabajo, cerrar sesión al terminar las tareas o utilizar contraseñas seguras.
- Mantener el software actualizado. Los hackers siempre buscan las vulnerabilidades de los sistemas, por eso los fabricantes de software trabajan constantemente para solucionar esos problemas de seguridad. Es aconsejable utilizar la opción de actualización automática que, a menudo, está activada por defecto. En caso contrario, conviene instalarse las actualizaciones de seguridad del software y, en especial, las del navegador y el sistema operativo.
- Emplear soluciones de autenticación. Más allá de una simple contraseña, existen diferentes opciones de autenticación que aportan un extra de seguridad. Como, por ejemplo, la tecnología biométrica, que ayuda a mantener un control más estricto de los accesos, o la aplicación de la firma digital, que ayuda a protegerse de los fraudes.
- Ser precavidos a la hora de compartir datos personales. Siempre que sea posible, debe utilizarse una VPN conectada a la red doméstica. Este tipo de conexión permite acceder al entorno y los servidores de trabajo de manera segura. Además, esta herramienta ordena y segmenta la forma y los apartados a los que accede cada empleado, aumentando la protección de los datos de la empresa.
- Realizar copias de seguridad. Casi todos los softwares profesionales de uso corporativo dan la posibilidad de planificar la realización de copias de seguridad a diario. Esto es fundamental pues, en caso de que se produzca un ataque, será posible recuperar los datos de una forma más fácil.
- Trabajo en la nube. Siempre que se pueda, es preferible utilizar la nube corporativa para almacenar la información, en lugar de dispositivos extraíbles personales como discos duros o USBs.
Sólo las empresas que entiendan el peligro y lleven a cabo prácticas efectivas de gestión de riesgos cibernéticos podrán adaptarse a esta nueva situación, manteniendo la seguridad y continuidad del negocio. En este sentido, los expertos en ciberseguridad se convierten en perfiles esenciales a la hora de proteger a la empresa.
El impacto del coronavirus en la gestión de las empresas
Desde hace algunas semanas, las noticias que aparecen en todos los medios tienen un único protagonista: el Coronavirus (Covid-19). Un virus que ya ha superado las 113.000 personas infectadas, con más de 2.700 muertos en todo el mundo, y que continúa extendiéndose, poniendo en cuarentena a varias ciudades en los países más afectados, como China o Italia.
En España, el coronavirus ya ha afectado a más de 1.600 personas y su rápida propagación preocupa en casi todas las comunidades autónomas del país. De hecho, son ya varias las medidas de contención tomadas, entre las que destacan: el cierre de centros educativos en las comunidades del País Vasco, La Rioja y Madrid, la suspensión de los vuelos procedentes de Italia, la realización de los partidos de La Liga a puerta cerrada o la prohibición de eventos con más de 1.000 personas en las comunidades más afectadas.
En este contexto, las empresas españolas también comienzan a poner en marcha sus propios planes de contención para hacer frente a posibles contagios. Estas medidas van desde la suspensión de los viajes de trabajo fuera de España hasta revisiones médicas generalizadas, ajustes de plantilla temporales o el teletrabajo, una medida preventiva recomendada por el Ministerio de Trabajo y llevada a cabo recientemente por grandes empresas como Microsoft o Telefónica. Estas empresas, además de tomar esta medida para sus propios empleados, ofrecen servicios adicionales a sus clientes para facilitarles este proceso, de forma totalmente gratuita.
Desde hace algunos años, empresas y expertos en RRHH vienen hablando de los beneficios del teletrabajo, pero en España son muy pocas las empresas que se han atrevido a ponerlo en marcha. Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), solo hay 800.000 personas que trabajan desde casa al menos una vez por semana. Lo que significa menos del 5% de la población ocupada.
Quizás, este tipo de contratiempos puedan servir de palanca para adoptar, por parte de las empresas que aún no lo han planteado, metodologías de trabajo que apuestan por la flexibilidad y la gestión por objetivos, facilitando la conciliación de la vida laboral y personal. Además, también favorece la inclusión de colectivos en riesgo de exclusión del mercado de trabajo e, incluso, al reducir los desplazamientos hacia el lugar de trabajo, contribuye al medioambiente.
No hay que olvidar que, independientemente de las circunstancias puntuales y dadas por el entorno exterior, la irrupción de las tecnologías y la evolución de los modelos de negocio que se imponen, requieren adoptar también nuevos modelos de gestión de equipos que, no solo contemplan el teletrabajo, sino también la gestión de proyectos con equipos deslocalizados, la implantación de KPIs y OKRs para la dirección por objetivos y la utilización de tecnologías para fomentar el trabajo colaborativo. Quién sabe si, como dicen los chinos, la crisis se convierte en oportunidad y cada vez vemos más empresas que implantan estos métodos para gestionar equipos de talento de una manera más flexible, permitiéndoles ser más competitivas y rentables.
Aún así, para aquellos que, irremediablemente, tienen que acudir a su puesto de trabajo, es imprescindible tomar ciertas medidas higiénicas en el entorno laboral, entre las que se recomienda:
- Realizar una higiene de manos frecuente (lavado con agua y jabón o soluciones alcohólicas)
- Cubrirse la boca y nariz al toser y estornudar.
- Evitar tocarse los ojos, boca o nariz.
- Usar pañuelos desechables.
- Mantener una ventilación adecuada.
- La limpieza de superficies y objetos.
La gran pregunta para nosotros ahora es cuánto tiempo puede durar el impacto del virus, y cómo nos tendremos que adaptar, empresas y personas, para que el impacto no sea catastrófico.
¿Es tu empresa alguna de las afectadas por el COVID-2019? ¿Estás ya teletrabajando? Comparte con nosotros algunos consejos para gestionar mejor el trabajo desde casa.